Por ese hecho, el ex agente estuvo cumpliendo prisión domiciliaria en ese domicilio pero no se encontraba en el momento del hallazgo del cuerpo en su vivienda porque había sido trasladado días antes al penal de Bouwer por incumplir con su condena.
Los forenses estiman que el cuerpo encontrado en las últimos días estuvo oculto en ese lugar al menos dos años. El grado de descomposición impide, por el momento, identificar sexo y edad con precisión, aunque los indicios recolectados, como la forma de la mandíbula, la estructura ósea y restos de cabello, apuntan a que se trataría de una mujer. El cadáver no tenía prendas íntimas ni documentación que permitiera identificarlo.
En el momento del descubrimiento, Horacio Grasso no estaba en el lugar. Días antes había sido trasladado al penal de Bouwer por incumplir con su arresto domiciliario, que cumplía con tobillera electrónica. Si bien todavía no fue imputado en esta causa, su situación judicial está bajo análisis.
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Instrucción de Distrito N° 1, subrogada por Florencia Espósito. Uno de los puntos clave es determinar si Horacio Grasso conocía que el cuerpo estaba en su vivienda o si tuvo algún tipo de participación en el ocultamiento.
Un dato relevante es que las obras de remodelación en el departamento habían sido solicitadas por Jorge Grasso. El encargado de la obra fue quien alertó a la policía tras descubrir el cadáver. La fiscal Espósito analiza si Jorge estaba al tanto de la existencia del cuerpo o si se trató de un hallazgo casual.
Mientras tanto, se revisan denuncias de personas desaparecidas en los últimos años tanto en Córdoba como en otras provincias, y se investiga la posibilidad de que la víctima haya sido asesinada en otro sitio y luego trasladada al departamento. Las pericias sobre el cemento, las mantas y los cables que cubrían el cuerpo podrían aportar datos fundamentales.
Un perfil conflictivo
Jorge Grasso arrastra un historial de conflictos judiciales y episodios violentos. En el edificio donde vive actualmente, varios vecinos lo denunciaron por actos de vandalismo e inundaciones provocadas en otras unidades. Por esa razón, muchos instalaron cámaras de seguridad.
Según fuentes judiciales, acumuló varias causas en Tribunales II y pasó por diversos abogados. También vivió en Paraguay, donde fue detenido en Ciudad del Este a fines de 2024, acusado de participar en un robo millonario a un shopping. Tras ese hecho fue extraditado a la Argentina, aunque no se precisó si quedó formalmente imputado ni cómo continuó su situación procesal.
Si bien no pesa una imputación sobre él en la causa del cuerpo hallado, su rol en la contratación de los trabajadores que accedieron al mueble donde estaba el cadáver genera sospechas.
El asesinato del nene de 7 años
Horacio Antonio Grasso cumple una condena por haber asesinato a Facundo Novillo Cancinos, en 2007, cuando el menor tenía 7 años. La muerte de Novillo Cancinos se dio en el medio de un tiroteo entre Grasso con narcotraficantes.
"Ahora saber que este tipo estaba libre. A mí no me avisaron ningún juzgado, ningún fiscal, nada. Ni siquiera ni el abogado que yo tenía me avisó", recriminó Laura, la madre de niño asesinado, en diálogo con A24 y apuntó contra Grasso: "Encima asesinar a una mujer. ¿Dónde está la justicia?".
Además la mujer agregó que la prisión domiciliaria de la que gozaba Grasso fue revocada por la Justicia luego por "golpear a su propia mamá".
El testimonio de la vecina
En diálogo con A24, una vecina de Grasso que vive en el octavo piso de su edificio comentó que pese a tener prisión domiciliaria el ex policía "salía igual". La mujer relató un episodio violento del hombre con un vecino del segundo piso: "Le incendió la puerta al departamento del segundo y le tiró una bomba por la ventana".
"El chico, un divino, se tuvo que ir por esto, porque la verdad que hizo la denuncia, no le dieron ni bolilla en la policía. No tomaron medidas para nada", expresó y apuntó a Grasso "era una persona que no estaba bien de la cabeza".
También se refirió a los malos olores que provenían de su vivienda y de él: "Tenía olor, andaba con unos perros que tenían olor. Había olor en ese piso. Yo vivo más arriba, pero los chicos que viven en el segundo y tercero dicen que era imposible hasta ir a sacar la basura del olor que había".