Muniain aclaró que la decisión no está vinculada con la situación institucional del club ni con aspectos futbolísticos, sino con la necesidad personal de estar más cerca de su familia. "Han sido 9 meses maravillosos, a pesar de todos los problemas que hubo por momentos", reconoció.
Sin conflictos con Russo
Uno de los rumores que más circuló tras conocerse su salida fue la supuesta tensión con Miguel Ángel Russo, en medio de las versiones que vinculaban al entrenador con un regreso a Boca en la previa del duelo clave ante Platense. Según trascendidos, Muniain —en su rol de capitán— le habría reclamado a Russo su postura frente al plantel.
Sin embargo, el español desmintió tajantemente esas versiones y se mostró agradecido con el DT: “Me llamó para saber cómo estaba cuando se enteró de la noticia (de su partida de San Lorenzo), siempre con mucho respeto y afecto. Tuvimos una relación muy cercana en estos meses que trabajamos juntos”.
Y agregó: “Respecto a si influyó todo lo que se habló (de Boca), creo que no. Perdimos esa semifinal con Platense porque no fuimos mejores. No hay que buscar excusas. Lo único que tengo para decir es que no me enfrenté con él ni tuvimos ningún encontronazo. Después, cada uno decide elegir sus caminos y yo, por mi parte, estoy muy tranquilo”.
¿Y ahora qué?
Por lo pronto, Muniain regresará a España para reencontrarse con su familia. Su futuro futbolístico es una incógnita: podría continuar su carrera en Europa o, tal como él mismo deslizó, tomar la decisión de colgar los botines después de más de 16 años como profesional.
Así, se cierra un breve pero significativo capítulo en la historia reciente de San Lorenzo, marcado por la llegada de un jugador de jerarquía internacional que, aunque por poco tiempo, dejó su huella en el club.