FÓRMULA 1

¿Le soltaron la mano? El plan de Alpine que perjudica a Franco Colapinto

El piloto argentino, Franco Colapinto, sufre directamente las consecuencias de un llamativo plan que está llevando a cabo Alpine. Los detalles.

¿Le soltaron la mano? El plan de Alpine que perjudica a Franco Colapinto

Franco Colapinto atraviesa uno de los momentos más duros desde su llegada a la Fórmula 1. Tras lo ocurrido en el Gran Premio de Gran Bretaña, donde ni siquiera pudo largar la carrera por fallas técnicas en su monoplaza, quedó al descubierto una realidad preocupante: Alpine decidió frenar toda inversión en el desarrollo del coche actual, apostando todo al reglamento que regirá desde 2026.

image

Lejos de reforzar al equipo en un campeonato adverso, la escudería francesa dejó en claro que su prioridad está puesta en lo que vendrá. En medio de una profunda crisis estructural y financiera, con Renault tratando de reacomodar sus inversiones en la categoría reina del automovilismo, el equipo tomó una decisión tan drástica como reveladora: no habrá más mejoras para el A525, el modelo con el que Colapinto intenta competir.

Esta estrategia implica, en los hechos, que Alpine corre lo que queda de la temporada 2025 con el peor coche de la parrilla y sin recursos para cambiarlo. Colapinto no solo debe lidiar con esa desventaja técnica, sino también con fallas de confiabilidad que volvieron a exponerse en Silverstone. La situación es crítica y los resultados lo reflejan: el argentino no logra sumar puntos, mientras su compañero, Pierre Gasly, apenas sobrevive en la zona media-baja de la grilla.

Detrás de esta apuesta a futuro hay un contexto que la explica. La Fórmula 1 cambiará radicalmente en 2026 con nuevas unidades de potencia, rediseño aerodinámico, menor peso y un enfoque mucho más agresivo en materia de eficiencia energética. Será, según varios expertos, una suerte de “reseteo” de la categoría, comparable al de 2009, cuando el entonces debutante Brawn GP arrasó con el campeonato gracias a una interpretación brillante —aunque polémica— del nuevo reglamento técnico.

Renault y Alpine quieren repetir esa fórmula. Sin el presupuesto de los grandes y sin resultados que justifiquen sostener un plan a corto plazo, decidieron concentrar toda su ingeniería en el auto de 2026. El objetivo es dar un salto competitivo en ese punto de inflexión, y para eso sacrificaron por completo el presente.

Uno de los pilares de ese cambio será el rediseño de las unidades de potencia. Se mantendrán los motores V6 turbo de 1.6 litros, pero el sistema híbrido cobrará un nuevo protagonismo: pasará de generar 160 a 470 caballos de fuerza, con menor carga del motor térmico. Renault, que originalmente iba a fabricar su propia unidad, decidió cancelar la producción y alquilarle motores a Mercedes, una decisión que también habla de recorte y transición.

Además, el sistema DRS desaparecerá y será reemplazado por un concepto de aerodinámica activa, que modificará las configuraciones del auto según el trazado. También se implementará el Manual Override Mode (MOM), una función para dar impulso extra en momentos clave, como adelantamientos o reinicios.

Los autos serán más cortos, angostos y livianos, lo que apunta a una categoría más dinámica, aunque la medida ya generó rechazo entre pilotos como Max Verstappen y Lewis Hamilton. Pese a las críticas, la FIA sigue firme con su propuesta de transformar la F1 en un producto más parejo y sostenible.

Mientras tanto, Colapinto corre cuesta arriba. Con un auto poco competitivo y sin proyección para mejorar, su futuro inmediato es incierto. Todo dependerá de si Alpine logra materializar su ambicioso plan para 2026… y si él todavía está allí para conducirlo.

Se habló de