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Messi por el centro y un triángulo por izquierda: las claves del triunfo de Argentina sobre Perú

Santiago Cantenys
por Santiago Cantenys |
Messi por el centro y un triángulo por izquierda: las claves del triunfo de Argentina sobre Perú

La selección mejoró su juego con la pelota desde el cambio de posición de Messi, un muy buen rendimiento de Giovani Lo Celso y una sociedad por el sector zurdo que lo tuvo a Nicolas González como figura y goleador.

Argentina finalizó invicto la última jornada de eliminatorias del año, ocupa en soledad el segundo puesto y obtuvo diez puntos sobre doce posibles. Ante Perú el equipo tuvo circuitos de juego que no pudo conseguir frente a Paraguay con Lionel Messi como conductor por el centro y González como punta acompañando a Lautaro Martínez.

Messi por el medio y como anzuelo. En partidos anteriores fue recurrente ver al capitán de argentino, frustrado como extremo derecho y sin contacto con la pelota, descender al lado de Leandro Paredes y así alejarse de la zona del último pase (entre el círculo central y la medialuna del área rival).

Messi sin pelota ocupo su habitual lugar de extremo derecho en la salida rival, pero con balón se cerró, condujo al equipo y Perú cayó en la trampa: el equipo local se agrupó por el centro pero libero los costados y Argentina, sobre todo por izquierda, no perdonó.

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Messi por el centro.
Messi por el centro.

A este movimiento de Messi se sumó que Nicolas González ocupo la función de segundo punta (con mucha movilidad y decisión en la puerta del área) y así, a pesar del descenso del capitán, Lautaro Martinez tuvo compañía y la defensa rival más trabajo. Los compañeros con quien más se asoció el diez fueron Paredes (le entregó 12 pases) y Lo Celso (11). En el segundo gol esa acción derivó en el avance libre de Paredes que asistió a Lautaro.

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Messi por el centro, como conductor, en el segundo gol.
Messi por el centro, como conductor, en el segundo gol.

Triangulo por izquierda. Con González como punta, Tagliafico por afuera y Lo Celso como conductor Argentina tuvo una sociedad por el costado zurdo que le dio amplitud, profundidad y gol: así llegó el uno a cero.

El éxito de estas combinaciones tuvo dos pilares. Primero, la rotación de González por afuera y por adentro ya que no fue un extremo fijo que facilita la marca: se movió con explosión y sorpresa. Segundo, la inteligencia de Lo Celso para aprovechar los espacios que la movilidad del jugador del Stuttgart generaba. El mediocampista asistió en el primer gol con la cabeza levantada y al pie (misma acción que en el gol que ante Paraguay le anularon a Messi).

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La jugada del primer gol ante Perú.
La jugada del primer gol ante Perú.

Lo Celso con galera, bastón...y overol. El jugador del Tottenham (¿cuánto tiene que ver José Mourinho en esta evolución del mediocampista?) volvió a ser decisivo para el funcionamiento del equipo. En las estadísticas fue el segundo mejor porcentaje de precisión de pases con 88.9% en cincuenta y seis entregas (asistencia en el 1 a 0 incluida), solo superado por Lautaro que tuvo un 100% de efectividad pero en solo doce pases. Además, en el primer tiempo fue quién más balones recuperó (nueve) y así repitió una actitud vista en el segundo tiempo contra Paraguay (había recuperado seis). Finalizó el partido con doce balones recuperados, más del doble que De Paul (5). Paredes lideró ese rubro con quince.

Argentina sin pelota se paró 1 4 4 2, con Lo Celso al lado de Paredes ocupando el centro, más De Paul por derecha y González por izquierda para cubrir el ancho del campo. Esa posición del rosarino evitó que las excursiones de Paredes dejaran al equipo largo y sin una protección para los centrales (Cuevas ahí no pudo hacer daño).

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Lo Celso, una de las piezas claves de equipo de Scaloni.
Lo Celso, una de las piezas claves de equipo de Scaloni.

La selección ejecutó funciones coordinadas, Messi por el centro, la amplitud por izquierda y el balance de Paredes y Lo Celso en la recuperación, y así dejó una impresión de equipo más homogéneo. El horizonte ofrece desafíos en el 2021: encontrar esta armonía ofensiva de local y ante rivales que se cierran de manera compacta. Las eliminatorias y la Copa América serán los escenarios ideales para crecer desde el juego y conseguir resultados.