

El COVID-19 le ha demostrado a Jair Bolsonaro ser bastante más que una "gripezinha". El martes pasado reconoció ante los periodistas que estaba infectado por el coronavirus. Desde entonces, guarda aislamiento.
Pero ya no soporta más. El presidente de Brasil dijo en las últimas horas que se realizará un nuevo test PCR para comprobar si aún tiene el virus porque se siente bien y no soporta estar en su casa.
"La respuesta debería salir en unas pocas horas. Espero el resultado porque no puedo soportar esta rutina de quedarme en casa", reconoció el mandatario en una entrevista por vía telefónica con CNN Brasil, uno de los tres medios ante los que reveló que era portador del COVID-19.
Bolsonaro contó que en ningún momento sintió falta de aliento ni pérdida del gusto. Su temperatura se mantuvo estable tras superar el pico de 38 grados, que registró el pasado lunes 6 de julio.
Sin embargo, su paciencia se agotó: “Necesito saber si todavía tengo el virus. Mientras no esté libre del virus, me quedaré aquí".
"Ema" es el nombre que recibe el Ñandú en Brasil. Esas aves no voladoras andan sueltas por los alrededores del palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.
Para distenderse en su cuarentena, Bolsonaro se acercó a varios de esos animales para alimentarlos. Sin embargo, uno de ellos no dudó y, cuando el mandatario le extendió la mano, le aplicó un picotazo que quedó reflejado en el gesto del presidente brasileño.
Otra muestra más de lo conveniente de mantenerse aislado y con "distanciamiento social".
Bolsonaro é bicado por emas no Palácio da Alvorada (📸@gabrielabilo1)https://t.co/0tcoGR7Z7R pic.twitter.com/97VSknweCH
— Estadão (@Estadao) July 14, 2020