El gobierno de Kim Jong Un en Corea del Norte presentó una nueva herramienta que configura una amenaza mundial: un misil intercontinental que puede transportar una ojiva nuclear, es decir, que tiene la capacidad de transportar un arma nuclear.
El gobierno de Kim Jong Un en Corea del Norte presentó una nueva herramienta que configura una amenaza mundial: un misil intercontinental que puede transportar una ojiva nuclear, es decir, que tiene la capacidad de transportar un arma nuclear.
Durante años las potencias -sobre todo Estados Unidos- han estado en alerta por el desarrollo del programa nuclear norcoreano. Su líder, Kim Jong Un, siempre dijo que el objetivo final es llegar a la elaboración de una bomba atómica propia.
El aislamiento casi total de Norcorea benefició esos planes. Solo el gobierno chino mantiene con cierta regularidad una relación de confianza con ese país.
En la madrugada de este lunes, el régimen de Pyongyang realizó tests considerados exitosos. Incluso fueron detectados por los satélites norteamericanos y también desde las bases de EE.UU. en Corea del Sur.
En concreto, Corea del Norte lanzó misiles crucero de largo alcance, que volaron de manera circular sobre su territorio y el mar. Pero lo más peligroso es su potencialidad. Las pruebas demostraron que al menos, tienen una autonomía en un área de 1.500 km de radio. Esto implica que podrían llegar a todo el territorio japonés.
La capital de China, Beijing, está a sólo 800 km. de distancia, la mitad de la autonomía del misil. Incluso llegaría de sobra a la capital económica china, la ciudad de Shanghai, distante a 950 kilómetros.
Pos supuesto, la totalidad del territorio de sus vecinos de Corea del Sur quedaría bajo la potencialidad de ser alcanzado por esta nueva arma de Kim Jong Un.
El principal temor que plantea este nuevo misil es que la inteligencia norteamericana cree que tiene ya la capacidad logística de transportar armas nucleares. Si este dato se suma a que Norcorea nunca permite inspecciones sobre su plan en ésta área, la combinación despierta enorme preocupación.
El primer país que reaccionó fue Japón. El vocero del gobierno nipón declaró: "Japón siempre vigila con mucha atención los movimientos militares de Corea del Norte".
Una vez conocidas estas pruebas de los misiles, desde Tokio se manifestó oficialmente la "preocupación por la amenaza" que constituye un misil que puede convertir a cualquier punto del Japón en objetivo militar.
El gobierno norteamericano de Joe Biden envió un emisario a Corea del Norte para intentar retomar las negociaciones de Donald Trump. El expresidente republicano estuvo personalmente cara a cara con Kim Jong Un en límite de las dos coreas.
Sin embargo, la política internacional de Joe Biden quedó muy golpeada tras el retiro de tropas de Afganistán que volvió a car en manos de los talibanes. Sin tener respiro, el régimen de Corea del Norte acaba de colocar otra piedra en su zapato.