La vacuna experimental lleva la denominación "ChAdOx1 nCoV-19". El profesor Adrian Hill había dicho desde Oxford, la semana pasada, que este proyecto "es una luz al final del túnel", en el esfuerzo mundial de lograr una vacuna lo antes posible.
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La universidad de Oxford y su página sobre la vacuna experimental.
La universidad de Oxford y su página sobre la vacuna experimental.
Los científicos de Oxford creen que este experimento tiene un 80% de chances de éxito. Por tal motivo, Matt Hancock, el ministro de Salud, anunció que el gobierno británico aprobó un aporte de 20 millones de libras esterlinas para esta investigación.
Sarah Gilbert añadió que en caso de ser exitosa esta prueba en seres humanos, será fundamental el nivel de exposición de los "vacunados" a la enfermedad.
Es por eso que trabajan con un plan preciso: poder aplicar en septiembre esta vacuna en el personal médico de la NHS. "Son los de mayor exposición al COVID-19 y una buena respuesta de la vacuna será la mejor prueba", dijo Gilbert.
Si todos los pasos que restan son exitosos, llegará lo que más espera la humanidad: desarrollar dosis de la vacuna a escala planetaria.
Andrew Pollard, profesor de infecciones e inmunidad en la Universidad de Oxford dice que ese es un gran desafío y advierte: "Producir un número de dosis a gran escala no será posible antes de seis meses o tal vez dentro de un año".