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Bolsonaro se sumó a un acto en favor de la intervención militar para romper el "aislamiento total"
Bolsonaro se sumó a un acto en favor de la intervención militar para romper el "aislamiento total".
En la puerta del Palacio de Alvorada, residencia oficial del primer mandatario, dijo: "Por lo general, los golpes son para llegar al poder. Yo ya soy el presidente de la república". Y sentenció: "Yo soy, realmente, la Constitución".
La frase causó más alarma que el acto en favor de los militares.De hecho, los medios periodísticos informan que José Antonio Dias Toffoli, el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ, como nuestra Corte Suprema) hizo dos llamadas de urgencia: habló con el ministro Jefe de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, y con jefes miiltares.
En ambos casos, se quejó de la ambigüedad de las palabras de Bolsonaro y buscó garantías democráticas ante las manifestaciones.
Fue necesario que el ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo e Silva, hiciera la siguiente declaración pública: "Las Fuerzas Armadas del Brasil están al servicio de la paz, la estabilidad y siempre son obedientes de la Constitución".
Bolsonaro cambió la semana pasada al que fuera titular de la cartera de Salud, Luiz Henrique Mandetta -quien seguía los lineamientos de la OMS-, por Nelson Teich, más "permeable" a la idea de proteger "salud y economía" al mismo tiempo.
Pero en su mensaje ante partidarios de la intervención militar para salir del aislamiento y quienes critican a los políticos de Brasilia dijo: "Basta de la vieja política, no tenemos nada que negociar con ellos".
Luego, nuevamente en el Palacio de Alvorada, Bolsonaro les pidió a los periodistas: "Agarren mi discurso. No dije nada contra otro poder. Todo lo contrario". Así, buscó llevar calma, antes de repetir su principal idea del momento: "Queremos volver al trabajo. Es lo que el pueblo quiere".