Horror

Saydnaya, el "infierno bajo tierra" que hallaron los rebeldes en Siria: imágenes y secretos de la espeluznante cárcel

La caída de Assad dejó al descubierto una de las caras más sádicas de la dictadura. Abrieron la prisión llamada "el matadero" en la que murieron decenas de miles de opositores al régimen. Había gente presa niveles subterráneos.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
La prisión de Saydnaya

La prisión de Saydnaya, el símbolo de las torturas y abusos del régimen de Assad en Siria. (foto: A24.com)

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Se estima que por lo menos unas 30.000 personas fueron ejecutados o murieron debido a la tortura, la falta de atención médica o el hambre entre 2011 y 2018. Al momento de realizar la liberación, las fuerzas rebeldes tuvieron que romper parte del edificio ya que tenía niveles subterráneos a los que no hallaron la manera de acceder. En su interior, aún había detenidos que vivían sin tener noción del tiempo.

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En la prisión de Saydnaya se encontraron miles de zapatos, también cabello humano, en unas escenas de horror que hacen recordar a la ignominia de los campos de exterminio del Holocausto en la Segunda Guerra Mundial.

Saydanya, "el matadero" de la dictadura de Assad en Siria

La cárcel militar se encuentra a 30 km al norte de Damasco, con una superficie estimada en 1,4 km cuadrados. Es decir, un rectángulo de 10 cuadras por 14. Comenzó a construirse en 1978, cuando Siria estaba bajo el poder de Háfez al-Ásad, el padre del dictador que huyó a Rusia.

Su inicio ya fue un acto forzoso. El Gobierno sirio confiscó terrenos a propietarios locales y los asignó al Ministerio de Defensa para construir una prisión. En 1986 quedó terminada y el primer detenido llegó en 1987. Pero sólo fue el primero de una cantidad interminable: se estima que más de 30.000 personas murieron en esa cárcel. El número de detenidos fue muchísimo mayor. Las ONG defensoras de los derechos humanos dicen que por lo menos 150.000 personas pasaron por ese centro conocido como "el matadero".

El dato impresionante es una estimación ya que la familia Assad jamás permitió que ninguna organización internacional pudiera hacer una visita de control a Saydnaya. Esto obligó a buscar métodos sofisticados, posibles únicamente en los últimos años, para poder "intuir" lo que sucedía en ese centro de detención, tortura y muerte.

En el año 2017, Amnistía Internacional recurrió a un modelo en 3D para reconstruir por dentro el aspecto de la cárcel. Tomando como fuentes a guardias y a detenidos que lograron salir vivos de "el matadero".

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La prisión de Saydnaya, un centro de detención, tortura y muerte del régimen de Assad en Siria. (Foto: Gentileza F24)

La prisión de Saydnaya, un centro de detención, tortura y muerte del régimen de Assad en Siria. (Foto: Gentileza F24)

Una estructura propia de los campos de exterminio del Holocausto

Los relatos y las "reconstrucciones" permitieron comprender cómo funcionaba ese centro de detención que parecía salido de los manuales del nazismo.

Esa gran estructura estaba diseñada para aislar y aterrorizar a todos quienes iban a parar a sus celdas, acusados de traidores o conspiradores contra el régimen. Centenas de miles de personas detenidas, torturadas y asesinadas solo por oponerse a la dictadura de Assad.

Su aspecto exterior imponente, en forma de una estrella de tres puntas, era sólo la punta de un "iceberg de la muerte". Lo peor estaba en una estructura casi desconocida. Por lo menos tres niveles subterráneos de prisiones y centros de tortura. Cuánto más profundo se descendía, el color de los pabellones cambiaba. Al llegar al rojo, era el más profundo y significaba estar condenado a torturas y a una muerte segura.

A muchos de esos sectores, los rebeldes que tomaron el poder tuvieron que acceder con procedimientos especiales. Como cuando sucede un derrumbe. Sin poder encontrar las vías de acceso a los subsuelos, debieron hacer excavaciones y demoliciones.

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Para llegar a las celdas y pasillos subterráneos de la prisión hubo de romper lozas y muros. (foto: Captura de TV)

Para llegar a las celdas y pasillos subterráneos de la prisión hubo de romper lozas y muros. (foto: Captura de TV)

Para ello, el nuevo gobierno sirio convocó a los "cascos blancos" un grupo que actua ante catástrofes como terremotos o derrumbes. Fue así que lograron abrir boquetes en las lozas o agujeros en paredes gruesas. Sólp así llegaron a los niveles bajo tierra de Saydnaya... y lo que encontraron fue tan sorprendente como humillante para la condición humana.

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Saydnaya: un depósito de personas, vivas o muertas

Para sorpresa de los libertadores, en esos pisos subterráneos "sin acceso", había personas vivas. Muchas de ellas, dadas por muertas por las familias. Cada vez que pedían datos sobre ellos a las autoridades, se los negaban o le prohibían volver a la cárcel para pretendidas visitas. Sus familiares detenidos ya estaban dados por muertos, aunque jamás les entregaron los cuerpos.

Pero junto a estos verdaderos "espectros" había miles de bolsas negras con cuerpos sin vida en su interior, sin el menor cuidado por evitar todos los problemas que trae aparejado la descomposición para la salud de quienes debía compartir ese mismo lugar de encierro. También, una enorme cantidad de ropa, pelo y zapatos acumulados en zonas de depósito, como en los campos de exterminio nazi.

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Tal fue el grado de barbarie, tortura y sumisión que cuando llegaron para liberarlos sucedió otro hecho denigrante. Las mujeres por ejemplo - sí había mujeres en los sótanos infernales de la prisión - se negaban a salir de sus celdas. Creían que era una trampa habitual de los carceleros del régimen. Les decían que quedaban en libertad, pero cuando dejaban las celdas - ilusionadas - caían en manos de los guardiacárceles que las violaban. Muchas mujeres contaron que producto de esas violaciones tuvieron hijos, pero se los quitaron al dar a luz y jamás supieron nada de su destino.

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Para los hombres, las torturas también dejaron marcas imborrables. En los momentos posteriores a ser puestos en libertad, muchos se quedaban quietos, se sentaban y en silencio levantaban sus brazos articulados en los codos, como esperando volver a ser encadenados.

Luego de más de un día de trabajos y excavaciones, las nuevas autoridades dieron la noticia de que ya no hay más presos en Saydnaya. Todos los sótanos e instalaciones subterráneas están vacías.

Seguramente, con solo presentar el caso de "el matadero"Corte Penal internacional podrá acusar a Al Assad por crímenes contra la humanidad. Pero hay un inconveniente, el dictador está refugiado y seguro con Vladimir Putin en Moscú. El líder del Kremlin tiene también una orden de detención de la CPI. Será muy difícil que entregue al dictador sirio.