¿Por qué hizo eso? La decisión tiene que ver con un viejo conflicto entre la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y la marca estadounidense y que está judicializado porque Chile quiere rescindir el contrato.
Concretamente, la ANFP le reclama a Nike unos 5,6 millones de dólares. La empresa, por su parte, aduce que la suma debía pagarse con la condición que de la selección jugara 10 partidos entre julio de 2019 y julio de 2020, algo que no sucedió por la pandemia de Covid-10.
Nike, enterado de la demanda, envió una carta documento dando de baja el contrato de forma unilateral. Y la causa al parecer se solucionará en la Cámara de Comercio Internacional de New York.
Por lo pronto, la Roja no quiere saber nada con la famosa pipa y hará todo lo posible por hacerla desaparecer de sus prendas.