"Dije abiertamente que no tengo redes sociales. Entonces convivo con los WhatsApp de mis amigos, de la familia, de gente conocida, que me trasmiten su alegría o apoyo en momentos duros como fue el partido con Fluminense. No convivo con lo bueno ni con el éxito, y a esto yo no lo denomino éxito porque todavía no ganamos nada, absolutamente nada, más que partidos. Y tampoco convivo con las críticas", agregó.
Por otro lado, Demichelis destacó la unión del grupo y, en ese sentido, afirmó que "el desahogo fue el fiel reflejo de lo que estamos viviendo, percibimos las buenas energías de la gente".
"Los jugadores fueron a saludar a los cuatro costados de la cancha. Lo defino con una palabra: armonía. Tenemos una unión muy fuerte desde el respeto, aprecio y sentido de pertenencia. Ayer (por el domingo) era la presentación de este estadio maravilloso ante un clásico. No soy quién para ponerlo en un podio mundial, pero sin dudas es de los más importantes. Sabíamos de la importancia de ganar el superclásico", expresó.
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“Más allá del festejo con los jugadores, también me siento muy respaldado por los dirigentes, personas humildes, terrenales y muy preparadas y hasta míticas también dentro de nuestro fútbol. El abrazo con Astrada, con quien di mis primeros pasos siendo él el capitán y que cuando hablaba todos obedecíamos. Muchas sensaciones encontradas que terminaron en un gran desahogo".
"El canto de La Michoneta" me da pudor porque son ellos los protagonistas. Es cierto que tenemos un rol importante en el día a día con la toma de decisiones en el 11, dejando muchos jugadores afuera que podrían ser titulares, pero los suelo esperar atrás de la línea para saludarlos”.
“Me gusta aparecer poco y nada en las fotos. Pospartido entré al vestuario para felicitarlos, agradecerles y me encontré con eso, me empujaron a formar parte de esa ronda. Les agradezco a los más grandes, como Enzo, Milton, Armani, Nacho, Maidana... Es una tranquilidad mirarlos todos los días a la cara y apoyarme en ellos para trabajar".
"Cuando se pierde, soy el primer responsable, porque seguramente en algo fallé. Lo que les pedí a los jugadores es que no nos saliéramos del camino en el cual veníamos. Es cierto que jugamos muy mal los últimos 20 minutos con Fluminense, pero estábamos en inferioridad numérica, contra un rival de jerarquía y con un gol en contra. Nos hicieron pagar nuestros errores”
"Tengo un máximo respeto por Almirón. Cuando un técnico logra darle una identidad al equipo tiene un mérito bárbaro”.
“Hicimos un gran primer tiempo, sometimos al rival sin dejarlo pasar la mitad de la cancha. Para el segundo, hablé muchísimo de lo que había pasado en Fluminense y quizás por eso quedamos más lejanos de la presión. Por eso Boca juntó pases, pero sin gravitar. Si bien no hay balanza de merecimientos, si alguien lo tenía que ganar éramos nosotros".