Según reconstruyó, alrededor de las diez de la noche Ignacio le mandó un mensaje diciéndole que ya estaba por regresar. Ese fue el último contacto entre ambos.
La investigación preliminar sugiere que el joven fue atacado en la madrugada, posiblemente durante un intento de robo. Sin embargo, la versión de su madre introduce un punto de incertidumbre porque en el cuerpo de Ignacio se corroboró que aún tenía consigo su billetera y una suma de dinero. “Para mí no ha querido que le roben el celular porque tenía los datos para ir a la entrevista de trabajo”, conjeturó Marisa sobre la posible resistencia que su hijo habría ofrecido. Entre las pertenencias recuperadas estaba también su DNI.
“Le hubieran pegado, pero no que me lo maten como lo mataron”, agregó conmovida. A su criterio, Ignacio pudo haberse resistido por temor a perder la documentación que necesitaba para acceder al nuevo empleo.
Mientras tanto, la causa quedó en manos de la fiscal Lourdes Quagliatti, del Distrito 2 Turno 1. La línea de investigación más firme sigue siendo la de un crimen en contexto de robo.
Un dato clave que refuerza esa hipótesis es el testimonio de un vecino, que denunció haber sido víctima de un asalto en la misma zona apenas una hora antes del homicidio. Según su relato, tres personas encapuchadas lo interceptaron, lo golpearon con la culata de un arma y le robaron el teléfono y la billetera.
La familia de Ignacio todavía no pudo despedirlo debido a que los trámites judiciales y la entrega del cuerpo están demorados. En medio del dolor, la madre del joven insiste en un pedido que empieza a multiplicarse entre los vecinos del barrio, respuestas y justicia.
Hallaron dos brazos humanos en una bolsa de consorcio y crece el misterio en la zona sur de Córdoba
Un descubrimiento estremecedor sorprendió el viernes pasado a los vecinos de la zona sur de la ciudad de Córdoba. En un descampado ubicado sobre avenida Ramón Cárcano al 800, un hombre encontró una bolsa de consorcio con restos humanos. En su interior había dos brazos, seccionados en varias partes, y hasta este lunes la Justicia no había logrado identificar a la víctima.
El hallazgo ocurrió alrededor de las 10.25, cuando un sereno que trabaja en un obrador cercano realizaba su ronda habitual por el predio. Al acercarse a un pequeño basural, notó que una bolsa negra sobresalía del resto. Al abrirla, descubrió una mano y dio aviso inmediato a la Policía.
Luego de la intervención de la Policía Judicial, se confirmó que el contenido de la bolsa correspondía a dos brazos humanos, ambos divididos en tres segmentos: mano, antebrazo y brazo. En los alrededores no se hallaron otros restos.
La causa quedó a cargo de la Fiscalía de Distrito 4, Turno 2, encabezada por el fiscal Horacio Vázquez. Hasta el momento, no hay reportes de personas desaparecidas que se correspondan con las características de los miembros encontrados.
El lugar fue rastrillado por un equipo técnico especializado, que revisó no solo el terreno sino también el resto de los residuos acumulados en la zona. La ausencia de otros restos humanos alimenta la sospecha de que la bolsa fue dejada allí a propósito, como parte de un intento de encubrimiento.
Los investigadores trabajan ahora con peritajes forenses y registros de ADN para tratar de establecer la identidad de la persona asesinada. Mientras tanto, en el barrio crece la preocupación por la violencia detrás de un hecho tan brutal como enigmático.