Uno de los sospechosos fue detenido y el otro, su hermano, continúa prófugo. El crimen fue captado por las cámaras de seguridad.
Ricardo Emanuel Benítez, de 31 años, fue asesinado de un balazo en la puerta de un pool.
La madrugada en Ciudad Evita se tiñó de violencia cuando Ricardo Emanuel Benítez, de 31 años, fue asesinado de un balazo en la puerta de un pool ubicado en la intersección de la avenida Cristianía y la calle Maciel. El crimen, que habría comenzado como una discusión dentro del local, terminó con el joven tendido en el suelo mientras uno de los presentes gritaba desesperado: “¡Una ambulancia, gato!”.
El ataque fue perpetrado por dos hermanos, ambos con antecedentes penales. Uno de ellos ya fue detenido, mientras que el otro permanece prófugo. La investigación, a cargo de la fiscalía de Homicidios de La Matanza, apunta a un homicidio agravado, con elementos fílmicos y pericias clave para esclarecer lo ocurrido.
Según reconstruyeron fuentes oficiales, todo comenzó con una pelea dentro del local de juegos, ubicado sobre la Avenida Cristianía. Ricardo Benítez estaba acompañado por su hermano, cuando se desató una discusión con otros hombres, que rápidamente escaló a una pelea física.
Ya en la vereda del lugar, uno de los agresores sacó un arma de fuego y disparó. Ricardo cayó herido de gravedad y el caos se apoderó de la escena: algunos testigos huyeron, otros intentaban asistirlo y un joven, visiblemente conmocionado, gritó para pedir auxilio. La frase quedó registrada en un video que luego se volvió viral: “¡Una ambulancia, gato!”.
La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Balestrini, pero ingresó sin vida. Tenía una herida de bala letal.
La secuencia completa quedó registrada en cámaras de seguridad, tanto del interior como del exterior del local. En los videos, que ya fueron incorporados a la causa, se observa el momento exacto en el que uno de los agresores saca el arma y dispara contra Benítez.
A partir de estas imágenes y de otras pruebas recolectadas por la Policía Científica, se logró identificar a los responsables: dos hermanos, de 35 y 39 años, vecinos del barrio 22 de Enero, en Isidro Casanova.
Con los elementos reunidos, el fiscal Carlos Adrián Arribas solicitó un allanamiento de urgencia en el domicilio del menor de los hermanos. El operativo fue ejecutado por efectivos de la Policía Bonaerense y arrojó resultados positivos: el sospechoso fue detenido en su casa.
Según trascendió, presentaba heridas visibles en la cara, producto de una golpiza propinada por amigos de la víctima en el momento del ataque. El detenido fue trasladado y quedó a disposición de la justicia.
En la misma vivienda se incautaron elementos de interés para la causa, aunque el arma homicida aún no fue hallada. La Policía Científica secuestró en la escena del crimen dos vainas servidas y un cartucho intacto calibre 9 milímetros.
El segundo hermano, presunto coautor del homicidio, se dio a la fuga antes del allanamiento y se encuentra prófugo. La fiscalía ordenó su captura y se montó un operativo para localizarlo.
Ricardo Emanuel Benítez tenía 31 años y vivía en Ciudad Evita. En el momento del crimen estaba acompañado por su hermano menor, de 24, quien fue testigo directo de los hechos y declaró ante los investigadores.
Familiares y vecinos de la víctima exigieron Justicia y expresaron su conmoción por el crimen. En redes sociales, muchos compartieron el video del momento posterior al disparo como prueba del horror vivido esa noche.
La situación judicial de los sospechosos se agrava por sus antecedentes penales. El detenido de 35 años había sido imputado por hurto agravado en enero de 2021, y por tenencia ilegal de arma de guerra en julio de 2020. Ambas causas se tramitaron en la misma comisaría de Ciudad Evita.
El prófugo, por su parte, fue acusado por portación ilegal de arma de uso civil en diciembre de 2019. Ambos hermanos figuran en el radar judicial por hechos vinculados a violencia y posesión de armas.
El fiscal Arribas caratuló el expediente como homicidio agravado y convalidó el procedimiento que terminó con la detención de uno de los implicados. Ahora, la investigación apunta a recolectar más pruebas y dar con el segundo agresor, cuya detención podría ser inminente.
Además de los testimonios y las imágenes de las cámaras, la fiscalía trabaja sobre pericias balísticas para confirmar si las vainas halladas coinciden con armas que los sospechosos podrían haber utilizado en el pasado.
