Una visita familiar que parecía rutinaria terminó con la policía dentro de una casa y el hallazgo de un impactante cadáver en el dormitorio. La historia, digna de un thriller, ocurrió en la ciudad de La Plata.
La aberrante historia, digna de un thriller, ocurrió en la ciudad de La Plata. Ahora, el acusado deberá enfrentar pericias psiquiátricas.
Una visita familiar que parecía rutinaria terminó con la policía dentro de una casa y el hallazgo de un impactante cadáver en el dormitorio. La historia, digna de un thriller, ocurrió en la ciudad de La Plata.
Héctor Durand, constructor jubilado de 72 años, decidió visitar a su hermana Marta tras casi una década sin verla. No había un conflicto entre ellos, simplemente el tiempo y la distancia se interpusieron. El lunes pasado, se presentó en la vivienda de Marta, ubicada en la esquina de las calles 74 y 20, en la zona de Altos de San Lorenzo.
Según consignó el medio Infobae, allí lo recibió Norberto Corcuera, hijo de Marta. No tiene historial laboral registrado ni actividad económica formal. Frente a la consulta por su madre, la respuesta fue tan inesperada como devastadora. "Mamá murió hace cuatro años. Tuvo un infarto", dijo.
Según su relato, el fallecimiento ocurrió durante una cena en plena pandemia. A Héctor le impactó la noticia, pero quiso despedirse de su hermana. Preguntó por su tumba.
Norberto aseguró que estaba enterrada y mencionó un cementerio. Pero cuando Héctor fue hasta allí, descubrió que no había ningún registro de sepultura a nombre de Marta. Volvió a la casa y encaró nuevamente a su sobrino, que ya no pudo sostener la mentira. "Está acá. Mamá está acá", confesó finalmente.
Durand llamó de inmediato a la policía. Un patrullero de la Comisaría 8° llegó al lugar y entró sin resistencia. El cuerpo de Marta estaba en un colchón, sin sábanas. Un rosario de cuentas grandes y una cruz metálica descansaban sobre lo que quedaba de ella.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Virginia Bravo, de la UFI N°7, bajo la carátula de averiguación de causales de muerte. Aunque no hubo signos de violencia ni detención inmediata, lo que sigue es inquietante. “El cadáver está pulverizado”, afirmó una fuente del caso a Infobae.
Entre restos óseos, telas desgastadas, cabello y signos de descomposición extrema, los forenses no podrán realizar una autopsia tradicional. Los restos serán analizados por antropólogos.
La hipótesis más fuerte es que Corcuera, en un acto aún difícil de explicar, jamás reportó la muerte de su madre y convivió con sus restos por años. Algunos investigadores lo comparan con una versión local de Psicosis, el clásico de Hitchcock.
La DDI de La Plata tomó testimonios en el barrio. Nadie reportó gritos ni conflictos entre madre e hijo. Sólo notaron que, tras la pandemia, Marta ya no salía de la casa. Su hijo, en cambio, nunca se fue.
Ahora, Norberto Corcuera deberá enfrentar una pericia psiquiátrica. Y los investigadores, la difícil tarea de reconstruir cómo y por qué se ocultó la muerte durante cuatro años.