“Ika era una perra muy inteligente, noble y leal. Siempre estaba lista para trabajar. Lo daba todo sin pedir nada a cambio. Su partida es una gran pérdida para todos”, comentó un rescatista que trabajó con ella en varias oportunidades.
El caso Loan: una herida que no cierra
La desaparición de Loan Peña tuvo lugar el pasado 13 de junio, cuando el pequeño salió a buscar naranjas junto a familiares en un paraje rural de la localidad de 9 de Julio, en la provincia de Corrientes. Desde entonces, la búsqueda se convirtió en un caso nacional, con la participación de múltiples organismos, fuerzas de seguridad, vecinos y, por supuesto, unidades caninas como la que integraba Ika.
Durante días se barajaron múltiples hipótesis: extraviado, secuestrado, víctima de trata, entre otras. Se llevaron a cabo rastrillajes exhaustivos, pericias, declaraciones testimoniales, reconstrucciones y análisis forenses. Sin embargo, al día de hoy, no se ha encontrado ni una pista firme que indique qué ocurrió realmente con Loan.
La angustia de la comunidad, el cansancio de los investigadores y las dudas sobre el rumbo de la causa no han hecho más que profundizar el dolor. En ese contexto, la figura de Ika representa el esfuerzo de quienes trabajaron sin descanso, muchas veces en silencio, por hallar una verdad que aún se escapa.
Un giro inesperado: acusaciones y conflictos legales
Como si la desaparición de Loan no fuera suficientemente compleja, recientemente se produjo una fractura dentro del entorno que venía acompañando a la familia. El abogado Juan Pablo Gallego, quien inicialmente representaba a los padres del menor como querellante, fue acusado por supuestos malos manejos y apartamientos en la causa.
El letrado respondió con contundencia a través de un comunicado público:
“No existe esa acusación a la que se alude y tampoco ninguna denuncia de la familia en la Justicia”, manifestó. Y agregó: “Menos existe ni existió el hecho ridículo y falso que se menciona como al voleo, con ánimo de injuriar y pretensión de espectacularidad”.
En su descargo, Gallego evitó dar nombres concretos, pero dejó entrever que dentro del entorno hay personas con intenciones de entorpecer el proceso:
“Hay un sujeto inescrupuloso que ya ha sido descubierto, que puede influir y desviar la verdad a su arbitrio, manipular al punto de que el supuesto hermano de un niño desaparecido se exponga sin sentido a mentir alevosamente”, sentenció.
Estas declaraciones agregan un manto de tensión y confusión sobre un caso que ya carga con un gran peso social y mediático, y donde la desesperación por encontrar respuestas parece convivir con internas y enfrentamientos que podrían obstaculizar el camino hacia la verdad.
El legado de Ika
Más allá de las disputas y los sinsabores judiciales, la muerte de Ika funciona como recordatorio de la entrega silenciosa de quienes trabajan desde el anonimato, guiados por el instinto, el entrenamiento y la fidelidad. En los operativos de rescate, los canes no solo son herramientas, sino verdaderos compañeros de vida para los rescatistas, capaces de adentrarse en terrenos hostiles, seguir rastros imposibles y alertar sobre la presencia de vida donde todo parece perdido.
Ika no tuvo medallas ni discursos, pero sus acciones salvaron vidas y dieron consuelo a muchas personas en momentos de desesperación. Su participación en el caso Loan quedará como símbolo de esa lucha incansable por hallar justicia y verdad.
Desde Defensa Civil anunciaron que su legado será honrado mediante capacitaciones y entrenamientos con nuevas camadas de perros rescatistas, a quienes se les transmitirá no solo técnica, sino también el espíritu de compromiso y entrega que Ika supo encarnar.
Una historia que duele y enseña
En medio de una causa cargada de incertidumbre, angustia y sospechas cruzadas, la historia de Ika nos recuerda que la búsqueda de Loan no fue solo una tarea institucional, sino también humana y emocional. En cada centímetro rastrillado, en cada ladrido, en cada señal, hubo esperanza.
Hoy Ika ya no está, pero su legado sigue olfateando entre la memoria de los que no se rinden, buscando no solo a Loan, sino a todos los desaparecidos que aguardan ser encontrados.