Milei volvió a insistir en que el cambio no es solo económico, sino también cultural. “El déficit fiscal era del 15% del PBI y la inflación alcanzaba el 1,5% diario. El gasto público se redujo un 30%. Pero estos logros son condición necesaria, no suficiente. Si no se acompañan con una transformación cultural, todo puede desvanecerse cuando termine el gobierno”, advirtió.
En esa línea, destacó la importancia de las redes sociales y el rol protagónico de los jóvenes durante el ascenso del movimiento liberal-libertario: “Fueron ellos quienes impulsaron el cambio. Se rebelaron contra el statu quo y estuvieron menos expuestos al adoctrinamiento de la educación pública”.
Consultado sobre su visión del escenario internacional, Milei dejó en claro que su pensamiento no se limita a la teoría económica, sino que incorpora análisis geopolítico y estratégico. Se definió cercano a Donald Trump por su rechazo al socialismo y al “wokismo”, aunque admitió diferencias en temas comerciales.
“Ambos nos enfrentamos al mismo enemigo: el socialismo, ya sea en su versión comunista o woke. Pero la teoría económica no puede aplicarse en el vacío. También hay que comprender los riesgos geopolíticos”, explicó. Y amplió con un ejemplo: “Puedo abrir el comercio radicalmente, al estilo de Adam Smith. Pero, ¿realmente estarías tranquilo si toda la producción mundial de uranio estuviera en manos de Corea del Norte o Irán?”.
Desde su punto de vista, el mundo se encamina hacia una reorganización por bloques regionales: “Estados Unidos liderará América, China hará lo propio en Asia y Rusia seguirá su camino. Europa, en cambio, enfrenta una situación compleja por la contaminación intelectual del wokeismo”, sentenció.
Milei también justificó su firme alineamiento con Israel, al que definió como un bastión de los valores del capitalismo y la tradición espiritual. “Nuestro estándar de acción en política pública está basado en la moralidad y la ética judeocristiana”, remarcó.
Sobre el papel de Israel en el contexto global, afirmó: “La historia demuestra que ha soportado todo tipo de aberraciones, porque combina vida material y espiritual. No podrán destruir Israel. Pero donde no existe esa base espiritual, la agenda posmarxista avanza y contamina todo. Esa es la razón por la que Europa, tal como la conocemos, podría desaparecer”.
A lo largo de la entrevista, el presidente Milei consolidó su discurso: una economía libre, un Estado reducido, un mercado laboral flexible y una batalla cultural sin tregua. Con un estilo provocador, reafirmó su visión del mundo y el rumbo que pretende para la Argentina. En su interpretación, el éxito de su gobierno no dependerá solo de indicadores macroeconómicos, sino también de instaurar un nuevo paradigma ideológico y moral.