Esta serie de Netflix con José Coronado se consolida como el thriller español que cautiva al mundo con su intensidad, secretos y una protagonista que no conoce límites.
José Coronado arrasa en Netflix con la serie más vista del año a nivel global y tiene 6 episodios.
"La chica de nieve", el thriller español de Netflix protagonizado por Milena Smit y José Coronado, ha superado todas las expectativas desde su estreno. Con dos temporadas llenas de tensión, giros inesperados y una narrativa envolvente, esta serie que adapta las novelas de Javier Castillo se ha convertido en una de las grandes revelaciones del streaming.
Su capacidad para mantener al espectador pegado a la pantalla le ha valido comparaciones directas con La casa de papel, aunque muchos ya aseguran que su poder de adicción es incluso mayor.
La historia se basa en dos libros del autor malagueño Javier Castillo: El día que se perdió la cordura y El juego del alma. Desde su publicación, Castillo se ha ganado un lugar privilegiado dentro del thriller literario español, y Netflix supo capitalizar ese éxito trasladándolo a la pantalla con una producción que mezcla tensión psicológica, misterio y crítica social. Con dirección de David Ulloa y Laura Alvea, la serie combina todos los ingredientes de un éxito: una historia potente, una ambientación cuidada y un reparto de lujo.
Milena Smit encarna a Miren Rojo, una joven periodista con un pasado doloroso que marca cada una de sus decisiones. Junto a ella, José Coronado aporta solidez al elenco, acompañado de figuras como Aixa Villagrán, Raúl Prieto, Tristán Ulloa y, en la segunda temporada, un poderoso Miki Esparbé. Su éxito no es solo local: logró encabezar el ranking global de series no habladas en inglés en Netflix, superando a producciones internacionales y consolidándose como un fenómeno global.
La primera temporada de La chica de nieve se sitúa en Málaga, en plena cabalgata de Reyes de 2010. En medio de la celebración, una niña llamada Amaya Martín desaparece sin dejar rastro. Este suceso sirve de detonante para una investigación llena de capas, donde nada es lo que parece y cada personaje esconde más de lo que dice.
Miren, que se encuentra haciendo prácticas en el Diario Sur, se obsesiona con el caso desde el primer momento. Su implicación va mucho más allá del periodismo: la desaparición de Amaya activa en ella heridas del pasado que no han sanado. Con inteligencia y determinación, empieza a desentrañar una red de secretos que involucra a padres, medios de comunicación, policías y un sistema que, a veces, parece diseñado para no encontrar la verdad.
Tras el éxito rotundo de la primera parte, Netflix dio luz verde a una segunda temporada basada en El juego del alma. Aquí, el tono se vuelve más oscuro y el peligro más cercano. Todo comienza cuando Miren recibe una carta anónima. Dentro hay una fotografía: una joven amordazada. La única pregunta que la acompaña hiela la sangre: "¿Quieres jugar?"
Esta imagen desencadena una nueva investigación que lleva a Miren hasta un colegio religioso donde, años atrás, se cometió un crimen atroz. En 2012, dos alumnas murieron en circunstancias violentas. Lo que parecía un caso olvidado pronto se convierte en el nuevo centro de atención de Miren, quien no duda en seguir las pistas a pesar del riesgo que supone.
Miki Esparbé se incorpora como Jaime, un periodista veterano que busca redimirse de errores pasados. La química entre ambos personajes añade una nueva capa de profundidad a la serie. Juntos, descubren una verdad mucho más amplia: no solo están tras un asesino, sino que se enfrentan a una red de poder, violencia y encubrimientos que amenaza con aplastarlos si no actúan con cautela.
Lo que diferencia a La chica de nieve de otras producciones similares es su enfoque emocional. La serie no se limita a mostrar crímenes e investigaciones, sino que indaga en las consecuencias emocionales que estos generan en las personas implicadas. Miren no es solo una periodista decidida; es también una víctima de su propio pasado, una mujer marcada por heridas invisibles que la impulsan y la consumen al mismo tiempo.
Si todavía no has visto La chica de nieve, este puede ser el momento ideal. Con solo dos temporadas y un total de 12 episodios (6 por cada temporada), es una serie perfecta para maratonear. A diferencia de otras propuestas más densas o abstractas, acá todo fluye con agilidad. Cada episodio deja al espectador con una nueva pregunta, un nuevo descubrimiento, o una nueva duda que impide dejar de ver.