El dato clave a destacar es que el saldo comercial fue deficitario para Argentina, ya cerró en US$148 millones, cuando en el último trimestre del año se había registrado un superávit cercano a los US$ 223 millones mensuales.
La causas que explican este déficit se basan en que las exportaciones a Brasil se estancaron en US$ 796 millones con apenas 0,2% más que en enero del 2021 mientras que las importaciones continuaron creciendo. Aunque menos que en otros meses y avanzaron 24,2% cerrando en US$ 943 millones.
La baja en las exportaciones se debió a una merma en las ventas argentinas. Las perspectivas para el año en curso, parecen marcar una merma en el comercio internacional bilateral, principalmente porque Brasil apenas crecería entre un 0,3% o 0,4% en 2022. A partir de esta tendencia, con exportaciones que se verán más afectadas que las importaciones, Argentina tendría un saldo comercial bilateral que volvería a ser deficitario.
Qué se espera a nivel mundial
En el contexto internacional va haber una desaceleración del crecimiento a nivel global. Además, hay que tener en cuenta la suba de tasas de la FED, riesgos sanitarios y problemas en la oferta y demanda de insumos que ralentizarán los flujos comerciales internacionales.
Por eso, si bien en 2021 se observó un desempeño positivo y llevó al país a conseguir un superávit, el 2022 mostraría un panorama totalmente distinto con una serie de trabas y obstáculos internos y externos, que llevarían a una moderación en los flujos comerciales.
Hay varios puntos a modificar para que esto no ocurra, pero el principal es si el Gobierno se anima modificarlos. La clave está vinculada al dólar: sincerar el mercado y que haya una sola cotización, la oficial. Pero eso implicaría una retracción fuerte en el mercado interno que es el que prioriza el Gobierno.
Por otro lado, si no hay negociaciones internacionales con bloques regionales como el Mercosur será muy difícil internacionalizar más empresas.
Y a todo esto, hay que sumarle la falta de optimización de las importaciones temporarias, la burocracia estatal y la cuestión impositiva que afecta de lleno al comercio internacional. Es clave recordar que hoy en día estamos exportamos impuestos porque los grandes temas del comercio exterior todavía no se tratan con la seriedad y profundidad con que se deberían.