Pero todo cambió cuando llegó Meghan a su vida. Fue ella quien le recomendó primero hacer terapia para sacarse de encima todas sus broncas acumuladas a lo largo de los años. Y después le dijo algo que significó un quiebre en su vida y lo animó a hacer lo que tanto quería desde hacía años. “No necesitás ser un príncipe. Podés crear tu propia vida mejor que cualquier príncipe”, fue lo que Harry necesita escuchar y Meghan pronunció las palabras mágicas en el momento indicado.
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Meghan Markle y el hijo menor de Lady Di, abandonaron la corona británica para instalarse en Estados Unidos donde residen actualmente.
Así fue, entonces, que se animó a tomar la decisión de su vida. Y arrepentido no está. Feliz con su matrimonio, Harry y Meghan son padres de Archie, y esperan ahora su segundo hijo, que será una nena. Uno de los posibles nombres a ponerle Philippa, claramente en homenaje al abuelo de Harry fallecido recientemente, el príncipe Felipe de Edimburgo. Aunque también están quienes aseguran que la beba podría llamarse Diana. Por lo pronto, la feliz pareja anunció desde su actual residencia en California, Estados Unidos, que no harán el clásico baby shower a la niña en camino debido a la pandemia que atraviesa el mundo entero. "Celebrar con regalos no es lo más apropiado por los problemas que atraviesa el mundo entero”, aseguró la futura mamá.