Un truco menos conocido es colocar trozos frescos en un frasco abierto con sal gruesa. Este combo absorbe la humedad del ambiente y ayuda a eliminar olores desagradables, especialmente en la heladera, el baño o rincones cerrados.
¿Cada cuánto hay que cambiar las cáscaras?
Si usás las cáscaras frescas hervidas, lo ideal es renovarlas cada 2 o 3 días, ya que con el tiempo pierden su aroma y pueden acumular humedad.
En el caso de las secas usadas en bolsitas aromáticas, pueden durar de 2 a 3 semanas, dependiendo del ambiente. Cuando notes que el perfume se desvanece, es momento de reemplazarlas.
Si las combinás con sal gruesa en frascos, el cambio puede hacerse cada 10 o 15 días, o antes si ves que la sal se humedeció demasiado o el aroma se volvió tenue.
Más ideas para aromatizar la casa con limón
Si querés darle un toque diferente al perfume clásico del limón, podés combinarlo con otros ingredientes naturales para crear tus propias mezclas:
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Limón y romero: Ideal para espacios de trabajo o estudio. Refresca el ambiente y mejora la concentración.
Limón y lavanda seca: Ayuda a relajar, ideal para dormitorios o momentos de descanso.
Limón y eucalipto: Refuerza la limpieza del aire y es útil en épocas de frío por su efecto descongestionante.
Limón y ralladura de naranja: Una combinación más dulce y cálida, ideal para el living o entradas.
Limón y vinagre blanco: Si querés limpiar y perfumar al mismo tiempo, esta dupla es efectiva para pisos y superficies.
Además de perfumar, estas ideas tienen un plus: ayudan a reducir el desperdicio, ya que aprovechan algo que usualmente se tira. De este modo, no solo evitás usar productos artificiales, sino que también cuidás el medioambiente y tu bolsillo.
Reutilizar cáscaras de frutas es una forma simple de sumar hábitos sustentables en lo cotidiano. Y lo mejor es que no requiere comprar nada: solo un poco de creatividad y constancia.