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Cansancio extremo o debilidad muscular
Sensación de hormigueo en brazos, piernas o pies
Mareos o dificultad para concentrarse
Pérdida de memoria o “mente nublada”
Piel pálida o con tono amarillento
Lengua lisa, inflamada o dolorida
Cambios de humor o irritabilidad
Problemas de equilibrio o marcha inestable
El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre que miden los niveles séricos de vitamina B12. En algunos casos, también se evalúan parámetros como la homocisteína o el ácido metilmalónico, que permiten detectar alteraciones incluso cuando los valores de B12 aún están dentro del rango normal.
Cuánta vitamina B12 se necesita por día
El requerimiento diario de vitamina B12 en adultos es de aproximadamente 2,4 microgramos. Durante el embarazo la cantidad recomendada asciende a 2,6 microgramos, y en la lactancia a 2,8 microgramos diarios.
Para cubrir esas necesidades, una porción de 100 gramos de hígado de vaca cocido aporta más de 50 veces esa cantidad. También se alcanza fácilmente con una combinación de alimentos como un filete de pescado, un huevo y una porción de queso. En dietas que excluyen productos animales, es fundamental recurrir a alimentos fortificados o a suplementos vitamínicos para evitar deficiencias.
Aunque se requiere en pequeñas dosis, la vitamina B12 cumple un papel fundamental en el equilibrio general del organismo, y su falta puede traer consecuencias serias si no se trata a tiempo.
Qué alimentos tienen vitamina B12
Esta vitamina se encuentra casi exclusivamente en alimentos de origen animal. Entre los más destacados:
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Hígado de vaca
Carnes rojas y blancas
Pescados como salmón, atún y sardinas
Huevos y productos lácteos
Alimentos fortificados como ciertas leches vegetales, bebidas de soja y cereales integrales
Cuando se detecta una deficiencia, el tratamiento puede incluir suplementos por vía oral o inyecciones, especialmente si existen dificultades de absorción. La vía de administración y la duración del tratamiento dependen del origen del déficit y del estado clínico de la persona. Siempre debe estar supervisado por un profesional de la salud.