Esta película en Netflix expone uno de los mayores escándalos del siglo y no es apta para menores. La protagonizan Meryl Streep, Gary Oldman y Antonio Banderas.
Netflix deslumbra con esta película inspirada en un caso real y dura menos de dos horas.
La lavandería, dirigida por Steven Soderbergh, no intenta maquillar la verdad. Con un elenco de primer nivel encabezado por Meryl Streep, Gary Oldman y Antonio Banderas, pone sobre la mesa una historia incómoda para muchos sectores del poder.
Se trata de una crítica feroz, disfrazada de sátira, sobre cómo los más ricos y poderosos eluden impuestos y esconden fortunas en paraísos fiscales. Dura apenas una hora y media, pero su impacto perdura mucho más.
En 2016, una filtración masiva de documentos confidenciales del despacho panameño Mossack Fonseca reveló cómo miles de políticos, empresarios y celebridades de todo el planeta utilizaron sociedades offshore para ocultar activos. A ese conjunto de documentos se los conoció como los Panama Papers, y causaron la renuncia de presidentes, investigaciones judiciales y debates sobre transparencia fiscal.
La lavandería toma este caso como punto de partida. Pero lo hace desde una perspectiva particular: la de una mujer común, Ellen Martin (interpretada por Meryl Streep), que tras perder a su esposo en un accidente, descubre que el seguro contratado no tenía respaldo real. A partir de esa tragedia personal, se va desenredando una red de estafas financieras que conecta a personas comunes con los abogados Jürgen Mossack y Ramón Fonseca, interpretados por Gary Oldman y Antonio Banderas respectivamente.
La narrativa de La lavandería no es convencional. Soderbergh propone un estilo que mezcla el drama con la sátira, y rompe la cuarta pared en varios momentos para que los personajes hablen directamente al espectador. El objetivo no es solo entretener, sino explicar cómo funciona el sistema financiero global y cómo se han construido legalmente los mecanismos para esconder dinero de manera impune.
Este enfoque convierte a la película en una clase acelerada de economía offshore, con la diferencia de que aquí los alumnos somos los espectadores, y los profesores son dos abogados corruptos que se presentan como los dueños del juego. El guion está basado en el libro Secrecy World del periodista Jake Bernstein, quien ganó un Pulitzer por su investigación sobre el caso.
Una de las características más destacadas de esta producción es su duración. En apenas 96 minutos, La lavandería logra denunciar, explicar y emocionar, algo que muchas películas de mayor duración no consiguen. Y aunque fue recibida con opiniones divididas por parte de la crítica, el público de Netflix la ha convertido en una de las joyas ocultas del catálogo.
Lo más interesante es que, a pesar de no ser reciente, sigue posicionándose entre los títulos más buscados por quienes exploran contenido basado en hechos reales. Esto demuestra que su impacto narrativo y su denuncia social permanecen vigentes.
Desde su estreno en 2019, La lavandería ha sido motivo de conversación en foros, redes sociales y medios especializados. Algunos la han criticado por simplificar ciertos aspectos del escándalo; otros, por hacer comedia de un drama global. Pero si hay algo en lo que coinciden todos es en que el film pone el foco en un problema real y sistémico.
El hecho de que esté disponible en Netflix permite que siga alcanzando nuevas audiencias, muchas de las cuales quizás no conocían los detalles de los Panama Papers. La plataforma se ha convertido en una herramienta clave para que historias como esta no queden sepultadas por el paso del tiempo.