Antes del cierre del 2024, Wanda Nara subió un posteo a su cuenta de Instagram donde muestra por primera vez un parte médico FUNDALEU, confirmando así su padecimiento de leucemia mieloide crónica.
Antes del cierre del 2024, Wanda Nara subió un posteo a su cuenta de Instagram donde muestra por primera vez un parte médico FUNDALEU, confirmando así su padecimiento de leucemia mieloide crónica.
La información sobre su leucemia la dio Jorge Lanata pese a que ella no lo había confirmado. Tiempo después, decidió darlo a conocer a modo de resumen de su balance anual.
"Fuiste increíble e inolvidable, debuté con mucha expectativa como Conductora de Masterchef @telefe y el raiting nos acompañó, me gane mi primer Martin fierro como revelación . al otro día me internaron y ya saben lo que paso después . Sin embargo decidí tomarme todo con música y baile @ballandoconlestelle Gane la copa más grande y más increíble con una final histórica de raiting en Italia ,después de más de 17 bailes cerré con un tango inolvidable, sentí miedo de perder por mi elección tan Argentina . Pero gane y la emoción fue aún más grande .. Tambien cante y fui una Bad bitch hoy mi canción es inspiración para algunos e infaltable en fiestas . Gane otro martin fierro esta vez por la moda que tanto me apasiona . Mi @mauroicardi salió campeó con el equipo y en la ciudad que Amo que tanto insistí trabaje y traje a jugar . Además de deportista del año. Mi empresa @wandanaracosmetics marco la marca más grande en ventas desde que nos lanzamos. Inauguramos nuevos negocios. Sacamos la línea íntima y agrandamos la colección con un lanzamiento nuevo cada mes . Mi familia que es lo único importante para mi tiene Salud y es feliz .. que más puedo ?? pedir 2024 te deje la vara muy alta no me falles ♥ Feliz año para todos", explicó.
La leucemia mieloide crónica (LMC) es un tipo de cáncer de la médula ósea y de la sangre. Se caracteriza por la producción excesiva de glóbulos blancos mieloides inmaduros. En la mayoría de los casos, la LMC está asociada con una anomalía genética llamada cromosoma Filadelfia (Ph), donde hay una fusión entre dos genes: el gen BCR (Breakpoint Cluster Region) y el gen ABL (Abelson), lo que da lugar al gen BCR-ABL.
Esta anomalía genética produce una proteína de fusión, la tirosina quinasa BCR-ABL, que promueve el crecimiento descontrolado de las células blancas de la sangre. La LMC tiende a progresar lentamente a través de tres fases: crónica, acelerada y blástica, siendo la fase crónica la etapa inicial y más manejable.
El tratamiento para la LMC ha experimentado avances significativos en las últimas décadas. Los inhibidores de la tirosina quinasa (TKI, por sus siglas en inglés), como imatinib, dasatinib, nilotinib, bosutinib y ponatinib, son la base del tratamiento y han mejorado enormemente la esperanza de vida y la calidad de vida de los pacientes. Estos medicamentos inhiben la actividad de la proteína BCR-ABL.
En algunos casos, cuando los TKI no son efectivos o bien tolerados, el trasplante de médula ósea puede ser considerado como una opción terapéutica. Sin embargo, los tratamientos varían según la fase en la que se encuentre la enfermedad y las características individuales del paciente.
El monitoreo regular es crucial para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar la terapia según sea necesario. Los avances en la comprensión de la biología de la enfermedad y el desarrollo de nuevas terapias han mejorado significativamente el pronóstico para muchas personas con LMC.
En la fase crónica de la leucemia mieloide crónica (LMC), es posible que los síntomas no sean evidentes en las etapas tempranas, ya que la enfermedad puede progresar lentamente y algunos pacientes pueden no presentar síntomas durante un período prolongado. Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, los síntomas pueden incluir:
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por una amplia gama de afecciones, por lo que la presencia de estos signos no garantiza que una persona tenga LMC.
Si experimentas alguno de estos síntomas de manera persistente o preocupante, es fundamental buscar atención médica para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
El tratamiento de la leucemia mieloide crónica (LMC) ha experimentado avances significativos en las últimas décadas, principalmente gracias a los inhibidores de la tirosina quinasa (TKI), que son la base del tratamiento para la mayoría de los pacientes.
Inhibidores de la tirosina quinasa (TKI): Son medicamentos que interfieren con la actividad de la proteína BCR-ABL, la proteína anormal producida por la anomalía genética característica de la LMC. Los TKI más comunes incluyen imatinib, dasatinib, nilotinib, bosutinib y ponatinib. Estos medicamentos suelen ser la primera línea de tratamiento y tienen como objetivo controlar la enfermedad, reducir la cantidad de células anormales en la sangre y en la médula ósea, y mejorar los síntomas.
Trasplante de células madre: En algunos casos, especialmente en pacientes con LMC en fases más avanzadas o cuando los TKI no son efectivos o bien tolerados, el trasplante de células madre puede ser considerado como una opción terapéutica. El trasplante de médula ósea puede reemplazar las células anormales con células madre sanas.
El tratamiento específico varía según la fase de la enfermedad, la respuesta individual al tratamiento y otros factores médicos. Es fundamental el monitoreo regular para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar la terapia según sea necesario.
Los avances en investigación continúan explorando nuevas terapias y enfoques para mejorar el tratamiento de la LMC, con el objetivo de ofrecer tratamientos más efectivos y reducir los efectos secundarios asociados con los medicamentos existentes.