Mujeres y agroecología

La historia de Delina Puma: de las huertas sin el veneno de los fertilizantes a la Casa Rosada y una charla TEDx

Trabaja la tierra desde los 14. Conoció la agroecología, una forma de cultivo que combina las costumbres de sus abuelos y el conocimiento compartido entre las comunidades. Se declara enemiga de los fertilizantes: "Se puede producir sin veneno", asegura.
Luciana Arias
por Luciana Arias |
Delina Puma llegó a la Argentina a los 14 a trabajar en las quintas de La Plata. Gracias a la agroecología la convocaron para dar una charla TEDx. 

Delina Puma llegó a la Argentina a los 14 a trabajar en las quintas de La Plata. Gracias a la agroecología la convocaron para dar una charla TEDx. 

Delina Puma Racabado da clases de agroecología en los talleres para quinteros. Ya hay ceca de 250 hectáreas sin agroquímicos en La Plata

Delina Puma Racabado da clases de agroecología en los talleres para quinteros. Ya hay ceca de 250 hectáreas sin agroquímicos en La Plata

Delina con una mujer campesina y su niña

Delina con una mujer campesina y su niña, en la inauguración de un taller, previo a la pandemia. (Foto UTT)

La contactaron para dar una charla TEDx mientras repartía cajones de verdura. Es increíble estar ahí

La contactaron para dar una charla TEDx mientras repartía cajones de verdura. "Es increíble estar ahí", dice Delina.

 

La historia de Delina Puma: de las huertas sin el veneno de los fertilizantes a la Casa Rosada y una charla TEDx
Los talleres recuperan costumbres costumbres para las nuevas generaciones que se sistematizan y se comparten en red. (Foto: UTT)

Los talleres recuperan costumbres costumbres para las nuevas generaciones que se sistematizan y se comparten en red. (Foto: UTT)

Las mujeres les piden a sus maridos que no usen fertilizantes químicos porque tienen que dejar a sus hijos encerrados ante el riesgo de que los toquen. En los talleres de agroecología

Las mujeres les piden a sus maridos que no usen fertilizantes químicos porque tienen que dejar a sus hijos encerrados ante el riesgo de que los toquen. En los talleres de agroecología, ellas cada vez son más. (Foto: UTT)

Las mujeres suelen hacer los ‘purines’ y demás productos agroecológicos en las Biofábricas”

Las mujeres suelen hacer los ‘purines’ y demás productos agroecológicos en las "Biofábricas”, las casas donde se preparan los insumos en cantidad. A veces se los dan a los productores gratis para fomentar su uso.

Fertilizantes

Fertilizantes, pesticidas y semillas se pagan a valor dólar. Las familias se endeudan y crecen violencia y el alcoholismo. (Foto: UTT)

La historia de Delina Puma: de las huertas sin el veneno de los fertilizantes a la Casa Rosada y una charla TEDx
Con la pandemia las mujeres tuvieron que aprender a manejar vehículos para movilizarse. Algunas lograron sumarse a los talleres de la UTT que da Delina (Foto: UTT) 

Con la pandemia las mujeres tuvieron que aprender a manejar vehículos para movilizarse. Algunas lograron sumarse a los talleres de la UTT que da Delina (Foto: UTT)  

Delina Puma y Nahuel Levaggi

Delina Puma y Nahuel Levaggi, (UTT), junto a otros referentes territoriales en una reunión en Casa Rosada con Alberto Fernández. Buscan fomentar la agricultura familiar.  

Fueron las pioneras en su clan. Maritza y Delina Puma Racabado apostaron por un cambio después de un temporal. “A la agroecología se llega por amor o por dolor, pero en general por dolor”, dice a A24.com Delina, la mayor de las hermanas. En 2017 el viento arrasó los invernaderos de Colonia Urquiza, en el cinturón hortícola de La Plata, la zona donde los Puma Racabado, una familia de quinteros, tenían sus cultivos.

Después de esa pérdida, Delina se acercó al del Consultorio Técnico Popular (CoTePo), uno de los talleres para agricultores que dicta la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). “Me acuerdo que el primer día los técnicos nos contaban las historias de sus familias, nos decían que hay que pensar en los chicos”, cuenta la mujer. “Que se puede producir sin veneno, que es como producían nuestros abuelos, recuperar la forma en que ellos trabajaban la tierra”.

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Delina Puma Racabado da clases de agroecología en los talleres para quinteros. Ya hay ceca de 250 hectáreas sin agroquímicos en La Plata

Delina Puma Racabado da clases de agroecología en los talleres para quinteros. Ya hay ceca de 250 hectáreas sin agroquímicos en La Plata

La UTT es una organización de pequeños productores y campesinos que nuclea unas 17.000 familias dedicadas al cultivo en 18 provincias del país. Se los ve seguido en los “verdurazos”, donde regalan frutas y hortalizas a quienes se acerquen a buscarlas en lugares estratégicos como Plaza de Mayo o Congreso. Una forma de reclamo activo para que se conozca qué hay detrás de la producción de lo que llevamos a nuestra mesa. Nahuel Levaggi, uno de sus referentes, asumió en 2020 como presidente del Mercado Central.

En las reuniones semanales de los talleres del CoTePo “aprendíamos cómo hacer y cómo usar un ‘purín’, nos daban las dosis, las probábamos en nuestras quintas y compartíamos los resultados”, dice Delina. El ‘purín’ es un extracto fermentado en base a ortiga, albahaca, jengibre y otras especies que fortalecen las plantas o repelen los insectos. Esto les evita comprar los agroquímicos, que, además de perjudicar los suelos, endeudan a los quinteros.

En las forrajerías se compra un “paquete”: la semilla, el fertilizante, el herbicida y el veneno. Ahí, según los quinteros, está el germen de varios problemas.

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Las mujeres les piden a sus maridos que no usen fertilizantes químicos porque tienen que dejar a sus hijos encerrados ante el riesgo de que los toquen. En los talleres de agroecología, ellas cada vez son más. (Foto: UTT)

Las mujeres les piden a sus maridos que no usen fertilizantes químicos porque tienen que dejar a sus hijos encerrados ante el riesgo de que los toquen. En los talleres de agroecología, ellas cada vez son más. (Foto: UTT)

Tierra de migrantes

La historia de Delina Puma Racabado con el cultivo de la tierra empezó en un cruce de frontera. Aún conserva el recuerdo del miedo que le producía la posibilidad de que le pidieran “papeles que no tuviéramos” mientras entraba a la Argentina con los suyos desde Bolivia. Era 2010 y Delina tenía 14 años. Se subió en un micro con sus 5 hermanos y su mamá. La mujer se había separado y no llegaba a mantener a los chicos. Entonces un tío que vivía en la Argentina les mandó los pasajes.

“Llegamos a la estación de ómnibus de La Plata cerca de las 3 de la mañana y a las 6 ya estábamos plantando lechuga”, cuenta. Los hermanos se separaron: vivían en distintas casillas de madera, como las que se ven a la vera de la ruta 36, en los campos donde trabajaban. “Cuando llegamos se producía todo con químicos. Nos enseñaron a usar herbicidas, funguicidas”, cuenta Delina. “Tienen que bromurar el suelo, nos decían. Eso es ponerle bromuro a la tierra para matar los bichos”.

El bromuro de metilo es un gas, "una sustancia inodora y por eso también, peligrosa: podés estar sumergido en eso y no sentir el olor", dice la licenciada en química y especialista en impacto ambiental Adriana Anzolín.

Según Anzolín, el bromuro "afecta mucho a los pulmones, las mucosas. "A nivel ambiental el bromo igual que el cloro de los aerosoles, cuando se libera al medioambiente, asciende y llega a las capas altas de la estratósfera y degrada, destruye la capa de ozono", agrega.

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Fertilizantes, pesticidas y semillas se pagan a valor dólar. Las familias se endeudan y crecen violencia y el alcoholismo. (Foto: UTT)

Fertilizantes, pesticidas y semillas se pagan a valor dólar. Las familias se endeudan y crecen violencia y el alcoholismo. (Foto: UTT)

Hace más de 30 años la Argentina adhirió al protocolo de Montreal, que busca reducir el consumo de las sustancias que deterioran la capa de ozono. Para el país, el cuidado de esa capa protectora es central dada la proximidad geográfica con el agujero de ozono que se había descubierto en la Antártida. El compromiso fue a "reducir la concentración en la que se usaba. En vez de puro lo usan diluído", asegura Anzolín. Según la resolución 77-2006 de SENASA, su aplicación se permite al 70%.

“Mi hermano iba a bromurar, a curar con la mochila –el elemento con que se pulverizan los agroquímicos- y volvía con dolor de cabeza”, cuenta Delina. Curar es aplicar esos productos. Enfermar la tierra y el cielo.

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Las mujeres suelen hacer los ‘purines’ y demás productos agroecológicos en las

Las mujeres suelen hacer los ‘purines’ y demás productos agroecológicos en las "Biofábricas”, las casas donde se preparan los insumos en cantidad. A veces se los dan a los productores gratis para fomentar su uso.

Cuidarás tu quinta

Para los quinteros la inversión en insumos es grande. Necesitan recuperarla pronto. "En el cinturón hortícola de La Plata, una familia gasta en agroquímicos entre 30 y 80 mil pesos por mes por hectárea", cuenta Delina. "Cuando se empieza, cada vez se usa más porque el suelo no responde".

Cuando escuchó de las quintas sin químicos animó al resto de la familia. Los Puma Racabado probaron con unos diez surcos. Seis meses más tarde ya eran cuatro hectáreas.

Con el tiempo, Delina se convirtió en docente en los talleres del Consultorio Técnico Popular (CoTePo), que integran técnicos de las familias productoras del Plan Quintero Agroecológico. Entre las ventajas está la baja en los costos: “gastamos un 80% menos en insumos”, aseguran en la UTT. “La productividad no cae, sino que crece desde el segundo año”, agregan.

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Delina con una mujer campesina y su niña, en la inauguración de un taller, previo a la pandemia. (Foto UTT)

Delina con una mujer campesina y su niña, en la inauguración de un taller, previo a la pandemia. (Foto UTT)

- ¿Delina, cuál es el rol de las mujeres en esta transición hacia la agroecología?

- Es el más importante, porque ellas son las que les piden a sus maridos que no usen fertilizantes químicos. Cuando los usan tienen que dejar a sus hijos encerrados porque los chicos no pueden tocarlos, por el peligro. Hubo muchos casos de intoxicaciones con chicos y grandes. Además, quieren saber qué les dan de comer a sus hijos cuando cocinan.

- ¿Cuáles son las trabas que tienen las mujeres en las quintas?

- Aunque son las que impulsan el cambio, no están representadas. Los hombres deciden qué comprar, qué plantar. Ellos manejan el dinero y el vehículo. Las mujeres siempre iban a la cocina, con los chicos. Pero ahora nos escuchan más. A veces solo necesitan que les digas "vos también puedes".

Las mujeres suelen hacer los ‘purines’ en las “Biofábricas”, las casas donde se preparan los insumos en cantidad. A veces se los dan a los productores al costo, o incluso gratis, para fomentar su uso. “Para 2015, cuando empezaron los talleres, éramos solo dos mujeres”, recuerda Delina. Ahora, de los cerca de cien técnicos que hay en el país unas 60 son mujeres. Sin embargo, aún a muchas les resulta difícil ir a capacitarse: sus maridos no les permiten asistir o no tienen con quién dejar a sus hijos.

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Con la pandemia las mujeres tuvieron que aprender a manejar vehículos para movilizarse. Algunas lograron sumarse a los talleres de la UTT que da Delina (Foto: UTT)

Con la pandemia las mujeres tuvieron que aprender a manejar vehículos para movilizarse. Algunas lograron sumarse a los talleres de la UTT que da Delina (Foto: UTT)

De La Plata a la Charla TEDx y Casa Rosada

“Cuando me llamaron, yo no sabía lo que era una charla TED”, confiesa Delina. Desde esa organización buscaban a una mujer que explicara la importancia de la agroecología. “Ese día yo estaba repartiendo bolsones de verdura. Me pidieron un video. Lo mandé y me olvidé del tema”. Meses después le confirmaron que la habían elegido como disertante. En noviembre del año pasado Delina tuvo su debut en TEDx Río de la Plata: “Estar ahí es increíble”, dice.

En la charla difunden otra forma de producir: una arqueología de costumbres que se sistematiza y se comparte en red. Delina resume en esos minutos de video la historia de muchos inmigrantes bolivianos que llegaron a la Argentina con la ilusión de ganar dinero para luego volver y comprar su casa o poner algún negocio. “Algunos lo lograron, pero la mayoría sigue sin regresar”, dice en la charla virtual. Con la necesidad de producir mucho y rápido le ponemos el agroquímico que nos dicen, a veces el doble o el triple, pensando que va a ser mejor”, cuenta.

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A mediados de febrero de este año, Delina vivió otro de esos momentos que dejan huella. Estuvo reunida con el presidente Alberto Fernández en Casa Rosada. Fue en el marco de un encuentro por el pedido de una ley de acceso a la tierra que contempla, entre otros puntos, el uso de terrenos públicos para la producir alimentos y la agricultura familiar. De la mesa donde Delina fue como representante femenina de la UTT también participaron otras organizaciones vinculadas al campo y el cooperativismo.

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Delina Puma y Nahuel Levaggi, (UTT), junto a otros referentes territoriales en una reunión en Casa Rosada con Alberto Fernández.

Delina Puma y Nahuel Levaggi, (UTT), junto a otros referentes territoriales en una reunión en Casa Rosada con Alberto Fernández.

Verde dólar

El verde del campo tiene, en parte, el color del dólar. Fertilizantes, pesticidas y semillas se pagan a valor de la moneda estadounidense. Eso limita la compra de variedades. “Terminan comprando todos la lechuga más barata”, entonces se satura el mercado y nadie vende. “Se tira o se le pasa el tractor”, dice Delina.

La inflación inunda todo, también los precios de los alquileres de la tierra de cultivo. Una helada, el granizo, la lluvia excesiva o la sequía terminan con la familia completa trabajando día y noche para producir más y volver a sembrar.

Delina vuelve al recuerdo de su taller inicial: "Nos dijeron que se podía ser feliz en el campo, cultivando". En los encuentros comparten el conocimiento individual. "Nosotras hacemos seguimientos de las familias. Hay que mostrarlo, lo primero fue convencernos nosotros", dice la mujer que ahora vive con su pareja en una de esas casillas de madera.

Por contrato, cuando arriendan la tierra no pueden edificar. Según sus cálculos se necesitan unas dos hectáreas para producir y mantenerse. Pagan cerca de 8 mil pesos la hectárea, dependiendo de la cercanía a la ruta. Suben todos los meses.

"Al probar ven que sí sirve, que es también un cambio de vida. Hay que cambiar la forma de pensar. Los químicos te endeudan, entonces traen más violencia. Las familias viven peleadas, crece el alcoholismo, los golpes. Pero cuando están económicamente mejor los padres tienen más tiempo para estar con los hijos, charlar con ellos, ver cómo van en la escuela".

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De la semilla a la feria

Esa cadena que nos encadena como consumidores –la que va desde el productor de alimentos hasta la góndola- se quiebra a favor de ambas puntas bajo la consigna del precio justo. “Tenemos canales de distribución propios y también vendemos en nodos, los grupos de personas que se reúnen para hacer compras comunitarias”, cuenta Delina.

Para los consumidores es ganancia segura: los alimentos no tienen los restos de agroquímicos que traen las frutas y verduras que se producen de forma tradicional. "Hay mucha gente que quiere comer sano, no nos alcanza lo que producimos".

"A la agroecología también se llega por amor, cuando los compañeros te muestran que no estás solo, que se puede contar con alguien más. No enseña nada nuevo, los preparados, los purines ya los sabían hacer, los veían de sus abuelos. Ese conocimiento se está perdiendo", dice la joven. "Algunos se acuerdan con felicidad de las flores cerca de los frutales -que sirven para repeler plagas o saber si hay bichos- o cómo las plantas con ricos olores también son buenas como remedios".

De los 17 mil integrantes de la UTT no todos siembran en forma agroecológica. Sin embargo cada mes se suman nuevas familias a los talleres y encuentros. "Queremos que estén orgullosos de ser quinteros. El alimento sano es un derecho para la salud del que planta y cosecha, de la tierra, del que lo lleva a la mesa. Así hacían nuestros abuelos", dice Delina y cultiva el valor de la memoria.