Datos oficiales del Ministerio de Agricultura de la Nación, muestran que desde Renova salieron unas 52.863 toneladas de aceite de soja, hacia el exterior, en todo 2019, y 221.123 toneladas de pellets de soja.
El momento para Glencore es oportuno por la situación en que se encuentra su socia, en la planta. Vicentín entró en default financiero (con una deuda de más de u$s 300 millones con proveedores de materia prima y superior a u$s 1000 millones con bancos locales e internacionales) y desde diciembre del año pasado lucha por reestructurar la deuda y acordar con proveedores, para volver a producir.
Según afirma Reuters, el juez que supervisa los procedimientos de quiebra de Vicentin fue informado de la oferta hace semanas, bajo un entendimiento de que la oferta caducaría a fines de marzo. Sin embargo, las fuentes destacaron que Glencore planea "renovar su oferta" por el remanente de acciones de Renova.
“Deberían estar trabajando con la misma oferta de 325 millones de dólares que hicieron el mes pasado”, sostuvo la fuente, que señaló que la actual crisis global por el Coronavirus tendrá que ser tomada en consideración y que podría influir en la oferta a medida que avancen las negociaciones y se consideren los costos asociados con la pandemia.
Además de la planta de molienda en Timbúes, Renova cuenta con una planta de biodiésel y glicerina en San Lorenzo, que también podría entrar en la operación.