De esta manera, las exportaciones de esta campaña se ubicarán en USD 2.379 millones frente a los USD 4.600 millones que se embarcaron en la 2021/22.
A la vez, "si comparamos la evolución de las exportaciones de trigo valuadas en dólares a lo largo de los últimos 10 años, vemos que las exportaciones de la 2022/23 es la más baja de los últimos tres años", señaló la BCR.
Por otro lado, el informe de la entidad bursátil marcó que el ajuste productivo llevó a "un stock final que se reduce a más de la mitad en comparación al ciclo actual", por lo cual la relación entre el consumo y las existencias queda definida en un 10%.
Esto generará "una situación más ajustada para el abastecimiento de cara al empalme de cosechas del próximo año; este ratio es, en efecto, el más bajo desde la campaña 2016/17".
Esta situación de fuertes recortes productivos se da con mayor fuerza en la zona núcleo, donde la pérdida estimada para los productores asciende a US$ 650 millones, considerando un rinde promedio de 15 qq/ha y 391.000 hectáreas de superficie perdida.
Por un lado, estos US$ 650 millones se componen del valor de la pérdida adjudicada a las hectáreas perdidas (no cosechadas) debido a los efectos adversos del clima que se estiman en US$ 307 millones; mientras que el efecto de una baja en el rinde efectivo y la consecuente caída del margen bruto registrado en las 920.000 hectáreas restantes suman otros US$ 343 millones.