“El trigo está transitando etapas de alta demanda hídrica con escasas reservas y muy castigado por las fuertísimas heladas de fines de julio, cuando nevó en el sur de Brasil”, explicaron los técnicos.
Por eso las lluvias fueron vitales en las zonas en las que sí se produjeron las precipitaciones. La Bolsa destacó que en líneas generales, sin contar la situación del Noroeste, “los cultivos en general están sanos”.
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Salvo en Buenos Aires, en el resto del país el área del trigo se expandió y las lluvias ayudaron a su crecimiento.
“Hay una presencia muy baja de enfermedades, sin plagas importantes ni problemas de malezas por la buena implantación. Con la excelente fertilización realizada este año, se espera llegar a espigazón con buenos números de macollos y en muchas áreas ya se habla de pisos de rindes que son muy superiores a los del trigo del año pasado”, precisaron.
En materia de rindes las provincias que pican en punta son Buenos Aires, La Pampa, Entre Ríos y buena parte de Córdoba y Santa Fe.
La soja sigue en caída
El panorama es bien diferente para la oleaginosa, que tendría unas 700.000 hectáreas menos en intención de siembra para la campaña 2021/22, lo que marca una merma interanual de 4,1%
Con este cuadro, se termina de confirmar que será la campaña más baja de “la reina de los cultivos” en el término de 20 años.
Razones no faltan: los productores encuentran menores incentivos para su producción que si se la compara con otros sembrados, como el maíz, su principal competidor. Los márgenes de ganancias son menores e incluso destacan que en el maíz suele ser más tolerante a la falta de agua. Y en esa duda radica la decisión final de muchos productores, que relegan a la soja pese a sus buenos precios internacionales.
Se espera una campaña de 16,2 millones de hectáreas y de una producción final de 48,8 Mtn.
El maíz va por todo
La gramínea larga su siembra y suma unas 100.000 hectáreas más de producción. Se trata de una campaña inédita en la que hace un mes atrás se esperaba un 6% más de área respecto al año pasado. Pero este nuevo incremento en superficie estira el crecimiento a 7,3% más a comparación del ciclo anterior.
¿La tendencia a sumar más maíz puede fortalecerse? “Pueden seguir los ajustes, el comportamiento de las lluvias tiene buena parte de la respuesta. Por eso es tan importante lo que ha pasado en esta primera semana de setiembre: tras las lluvias se han fortalecido las decisiones y se piensa en sumar más lotes tempranos que el año pasado. De todas maneras, después de los excelentes resultados de las siembras tardías, estas son una opción muy importante para un año en el que el escenario Niña sigue fortaleciéndose”, indicaron los técnicos de la Bolsa.
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El maíz le pelea lote a lote a la soja y también será beneficiado por las últimas lluvias.
"Ya es casi seguro que transitaremos el semestre cálido bajo la influencia de otra Niña, probablemente de menor intensidad. Puede que sus efectos negativos no sean demasiado intensos, pero no habrá aportes adicionales de humedad desde el oeste. Esto limitará el desarrollo pluvial de la campaña gruesa al desempeño de las circulaciones de escala regional y a los aportes de humedad que pueda proveer el Atlántico", agregaron.
Con 7,9 millones de hectáreas que se sembrarían, de las cuales 6,9 serán para el circuito comercial, se espera una producción que rondaría los 55 a 56 Mtn. Se trata de una cifra inédita para Argentina.
En tanto que el maíz 2020/21 le ganó a La Niña del 2020 y terminó su cosecha con 51 Mt
“El maíz viejo dejará 51 Mt. En Córdoba la cosecha cerró afirmando resultados superadores en maíces tardíos y de segunda. A pesar de falta de agua, el rinde nacional termina 3 quintales por encima de la media de los últimos 5 años (77,2 qq/ha) con 80,2 qq/ha. El área de maíz total en este ciclo ha sido de 7,3 M ha —6,6 M de ha cosechadas—, obteniéndose 51 Mt a escala nacional”, concluyeron.