Biotecnología

Trigo transgénico: industriales de Brasil amenazan con comprar cereal argentino si se libera la tecnología

Las Cámaras empresariales de Brasil expresaron el abierto rechazo al trigo argentino que la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad estaría muy cerca de aprobar.
Bioceres

Bioceres, la empresa que contiza en el Nasdaq, otra vez en el centro de la polémica por su trigo trangénico.

Ante la posibilidad de que la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) de Brasil apruebe la importación de trigo transgénico argentino tolerante a sequía HB4, las principales Cámaras que nuclean a la molinería en el país vecino salieron al cruce y manifestaron su abierto rechazo. El producto argentino, elaborado por la firma Bioceres, es uno de los últimos grandes avances en materia tecnológica en trigo.

La negativa tiene la firma de los empresarios de “Abritrigo”, la Asociación Brasileña de las Industrias de Galletas, Pastas y Pan y Pasteles Industrializados y de la Asociación Brasileña de la Industria de Panadería y Confitería. “Los asociados de Abitrigo se manifestaron en ese sentido, que no comprarían trigo si fuese liberada la importación de la Argentina. Toda la cadena está en la misma posición”, sostuvo Rubens Barbosa, presidente ejecutivo AbiTrigo.

Desde las empresas sostuvieron que están a la espera de lo que pueda decidir el organismo estatal. “Las entidades están ahora a la espera de la próxima reunión de la Comisión, en octubre, cuando CTNBio posiblemente presente un dictamen sobre la liberación comercial de trigo genéticamente modificado en Brasil”, sostuvieron.

¿Por qué el rechazo tan marcado hacia el trigo? Para Barbosa tiene que ver con el uso que tiene el trigo transgénico, que es para consumo humano.

Harina trigo
La harina elaborada a base de trigo, esencial en los precios de góndola.

La harina elaborada a base de trigo, esencial en los precios de góndola.

No hay un país en el mundo que acepte la entrada de trigo transgénico, aceptan otros productos pero el trigo, por una situación de sensibilidad de consumo humano, no lo hacen”, dijo.

Brasil importa aproximadamente un 60% del trigo que consumen los brasileños, y por eso las autoridades de AbiTrigo salieron a apuntar al trigo de Bioceres como “un asunto delicado”.

“Estamos a favor de los avances tecnológicos. El trigo y el arroz son los dos principales productos de la mesa de los brasileños y debería haber un diálogo con todos los sectores antes de tomar una decisión final, incluido los consumidores”.

Si bien desde Bioceres omitieron hacer comentarios, fuentes cercanas a la firma dijeron a A24.com Agro que la compañía "viene trabajando sobre este tema desde hace más de un año con molineros de argentina y brasileños, partners de la industria alimenticia de Brasil y la Argentina y con organizaciones públicas de Brasil".

Una de las acciones que generaron más polémica fue el acuerdo con el fabricante de alfajores Havanna para "la elaboración de productos sustentables”, según informar ambas empresas en mayo pasado.

La idea era avanzar en el desarrollo de alimentos a partir del trigo HB4 tolerante a sequía, un desarrollo de Bioceres, la Universidad Nacional del Litoral y el CONICET.

“Los productos se elaborarán bajo la marca Havanna y contarán con el más alto grado de información al consumidor respecto de la zona de origen del trigo, la huella ambiental generada, y otros datos derivados del sistema de identidad preservada establecido para la producción de trigos HB4”, explicaron en su momento.

La preocupación de la Mesa de Enlace

El riesgo sobre el que alertaron en las principales entidades agropecuarias enroladas en la Mesa de Enlace tiene que ver con que los granos se mezclen en la cosecha y que “lleguen a mercados que no los permiten”.

“Consideramos un dato relevante mencionar que no existe país que haya aprobado el consumo de este trigo transgénico. Tan elevado nivel de producción hace realmente imposible su contralor por las autoridades oficiales, razón por la cual será inevitable que se genere un proceso de contaminación de los trigos no modificados genéticamente”, sostuvieron desde las entidades.

Bioceres había comunicado que luego de sembrar más de 6.000 hectáreas para ensayos en la campaña pasada, en 2021 cultivaron más de 50.000.

“Cuesta entender la razón de hacer y autorizar semejante volumen de producción de trigo que legalmente no puede comercializarse”, sostuvieron.

Y concluyeron: “¿Quién va a controlar efectivamente esta producción? ¿Dónde se almacenarán las 240.000 toneladas potenciales a cosechar? ¿Existe algún plan de contingencia en el caso de las contaminaciones? ¿Qué pasará en los puertos y eventualmente ante un rechazo de embarques? ¿Alguien ha medido las consecuencias de que se declare a la Argentina como un origen de trigo contaminado? ¿Quiénes serán los responsables de semejantes perjuicios? ¿Cuántos serán los costos adicionales por controles y derrumbe de los precios internacionales?”.

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