El púgil que ostenta un extraordinario récord de 19 triunfos en 20 peleas, 18 de ellos por nocaut, reveló que su padre tenía 50 años y no tenía ningún antecedente médico que supusiese que el contagio provocaría su muerte, incluso solía ir al gimnasio y tenía un envidiable estado físico para su edad. “Pasó poco tiempo entre que se enfermó y falleció. Primero se enfermó y se empeoró muy rápidamente, en cuestión de días. Lo indujeron a un coma porque no podía respirar y falleció en coma”. Mientras que su abuela, peluquera de profesión, tenía más de 70 años.
Yarde reveló que a pesar de que las muertes ocurrieron a fines de marzo y principios de abril, aún no pudo organizar un funeral ya que para evitar posibles contagios, el gobierno británico, al igual que muchos otros, los ha prohibido.