Sin embargo, todo cambió con el ingreso del Virtual Safety Car (VSC), provocado por el abandono del propio Ocon. Esa neutralización permitió que varios rivales —como Tsunoda o Hülkenberg— entraran a boxes y perdieran menos tiempo, aprovechando así una especie de "parada gratuita" que les dio ventaja en pista. “El VSC me cagó un poco la vida”, resumió Franco, visiblemente frustrado.
En sintonía, Flavio Briatore, flamante jefe de la escudería, analizó lo sucedido: “Estábamos preparados para un buen resultado hoy y teníamos la oportunidad de puntuar antes del coche de seguridad virtual. Sobre todo con Franco, planeábamos una estrategia de una sola parada hasta el final, y al estar neutralizados los demás, prácticamente se les dio una parada gratuita”.
La decepción, sin embargo, no opacó del todo el análisis general. El debut de Colapinto fue sólido, sin errores de conducción, y con momentos de buen ritmo que ilusionan de cara al futuro. “Ahora vamos a Mónaco, una de mis carreras de casa y un circuito donde podemos volver a tener la oportunidad de competir”, agregó Briatore, pensando ya en la próxima cita del calendario.
Con un trazado más técnico y menos dependiente de la potencia del motor, Mónaco podría ofrecer una oportunidad más favorable al rendimiento del Alpine y a las condiciones de Franco, que buscará seguir creciendo en la elite del automovilismo mundial.