¿Qué cambió en Imola desde 1994?
-
Curva Tamburello: Era una curva rápida y ciega donde Senna impactó contra el muro a más de 200 km/h. Fue transformada en una chicana lenta para reducir la velocidad y ampliar las zonas de escape.
Curva Villeneuve: Allí falleció Ratzenberger. También se rediseñó para hacerla menos peligrosa, incorporando más espacio de escape y limitando el ángulo de giro a alta velocidad.
Acqua Minerali: Una de las más técnicas del circuito, sufrió retoques para suavizar la velocidad de entrada y ampliar márgenes de seguridad.
Variante Bassa: Fue modificada para evitar maniobras arriesgadas de frenado tardío y garantizar que los autos lleguen con menos velocidad.
Además, se sumaron múltiples elementos de protección como tech-pro barriers, asfalto de alta fricción en zonas de escape y más sensores de impacto en los autos.
Colapinto, en un lugar simbólico
Ahora, Franco Colapinto debutará en ese mismo escenario reconstruido. El argentino de 21 años conoce bien Imola: en 2024 ganó allí la sprint de F2 y en 2022 se consagró en F3. Pero esta será su primera vez en ese trazado al mando de un Fórmula 1.
“Es un circuito que me gusta mucho. Tiene curvas fantásticas y recuerdos muy importantes para mí”, expresó el pilarense, que reemplazará a Jack Doohan en la escudería Alpine.
Imola, un símbolo de cambio
Hoy Imola es uno de los circuitos más seguros del calendario, pero también uno de los más respetados. La tragedia de 1994 marcó un antes y un después no solo en su diseño, sino en toda la Fórmula 1.
A 31 años de la muerte de Senna, un nuevo piloto argentino tomará la posta en ese mismo escenario, esta vez con un entorno mucho más preparado, pero con la memoria intacta de lo que ocurrió y de todo lo que tuvo que cambiar para que el automovilismo siga adelante.