“Pero lo que ocurre es bastante perverso porque los niños crecen, no se los da en adopción, o bueno, esto era antes, después cambió. No se los daba en adopción, entonces, seguían creciendo en una institución dónde eran un número entre otros chicos y eso hacía que cada vez estuvieran más lejos de la adopción porque las parejas preferían bebés, preferían criarlos... me parece legítimo además, que quieran educarlos desde temprano, darles el afecto que necesitan. En fin, yo tiré la toalla, hoy por hoy, me arrepiento. Si yo hubiera seguido esperando me hubiese tocado la nueva legislación -que está ahora- y que realmente facilita mucho más”, se sinceró Esther.
Por último, la actriz que supo encarnar el mítico personaje de Evita, hizo referencia a las críticas sobre la vacuna rusa que adquirió el gobierno argentino: “Entidades mundiales la están aprobando. No es que nosotros vamos a hacer lo que quiere un Presidente. Yo estoy esperando que salga, sí. Pero lo que fuere! Denme una vacuna de la nacionalidad que fuere!".