La ejecución del penal de De la Cruz que terminó en gol fue una síntesis del partido: impreciso, errático, poco efectivo, pero al cabo con una sonrisa de alivio para River. Mereció más el millonario ante Athletico Paranaense en Avellaneda, pero debió conformarse con el 1-0 para meterse con lo justo en los cuartos de final de la Copa Libertadores.