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El procurador Casal urgió a la Corte para que defina quién se quedará con la "Causa D'Alessio"

El procurador Casal urgió a la Corte para que defina quién se quedará con la Causa DAlessio

El procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal, se metió de lleno en la puja para quitarle la investigación de la “Causa D’Alessio” al juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, y enviarla a un juzgado de Comodoro Py 2002.

Casal le pidió a la Corte que le ordene a la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal del país, que defina si la investigación debe o no cambiar de manos.

El dictamen, al que tuvo acceso A24.com, desliza que la competencia que tiene Ramos Padilla es “provisoria”.

En ese contexto, “no surge que el argumento de la provisionalidad aparezca relacionado con alguna tarea pendiente de adquisición probatoria dirigida a demostrar la existencia de puntos de contacto relevantes con la jurisdicción territorial del juez de Dolores”.

Casal le recomendó a la Corte Suprema que acepte un recurso del fiscal Carlos Stornelli para que se defina una “cuestión de competencia”.

Stornelli y la fiscalía general de Mar del Plata apelaron las sucesivas confirmaciones, en todos los casos “provisorias”, del juez Ramos Padilla.

Si bien Casal reconoció que este tipo de cuestiones no ameritan la intervención de la Corte, su dictamen recogió “la existencia de circunstancias excepcionales que autorizarían a preterir esa limitación sobre la base de la gravedad institucional”.

Casal citó, para habilitar la intervención excepcional del máximo tribunal, dos casos emblemáticos del pasado.

Se trata del intento de copamiento del cuartel de La Tablada en 1989 y un policial célebre, el “Caso Penjerek”, el crimen de una adolescente de 16 años, Norma Penjerek, que mantuvo en vilo a la sociedad a principios de los 60.

El procurador general Ramón Lascano, en 1963, habilitó la intervención de la Corte sobre la base de que “la prensa le ha dedicado una atención extraordinaria y la opinión pública ha sido conmovida por las características de los hechos investigados y la extensión y ramificación que se les atribuye”.

Casal trazó un paralelismo con la Causa D’Alessio.

“Una organización criminal dedicada al espionaje y la extorsión, y a influir en cuestiones de Estado, que se encuentra enquistada en las instituciones fundamentales de la República y cuenta con potencial para vulnerar a gran escala el ámbito privado de las personas, plantea un caso que excede el interés de las partes y conmueve a toda la sociedad”.