En un escenario laboral tan complicado como el argentino, la búsqueda de trabajo se ha vuelto un proceso permanente, cada vez más habitual y, lamentablemente, propenso a engaños y estafas.
En momentos en que sube la desocupación, es clave protegerse de ofertas de trabajo falsas y fraudulentas que abundan en el mundo digital. Cuáles son las señales de alerta y qué medidas preventivas tomar para evitar caer en engaños durante una búsqueda laboral.
Ofertas laborales fraudulentas: este tipo de estafas suponen una gran desilusión para quien busca trabajo, pero además pueden generar un problema mayor, como el robo de identidad, alertan los expertos. (Foto archivo)
En un escenario laboral tan complicado como el argentino, la búsqueda de trabajo se ha vuelto un proceso permanente, cada vez más habitual y, lamentablemente, propenso a engaños y estafas.
De hecho, las ofertas laborales falsas son una realidad preocupante que afecta a numerosas personas, quienes, llevados por la necesidad de encontrar empleo, son víctimas de trampas diseñadas para aprovecharse de su vulnerabilidad.
En este contexto, es fundamental contar con herramientas y conocimientos que nos permitan identificar estos engaños y protegernos de posibles fraudes. Por eso, la compañía global de talento, Randstad, dio a conocer cuáles son los ítems más sospechosos que caracterizan a una oferta de trabajo falsa.
“En un contexto de creciente virtualidad y digitalización de muchas transacciones, intercambios y actividades, las ciberestafas y el robo de información y datos personales se han vuelto moneda corriente”, señaló Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.
Además, dijo, “por lo que significa el trabajo en la vida de las personas, las ofertas laborales falsas son cada vez más usuales entre las tácticas de ingeniería social que los delincuentes utilizan para ganarse la confianza de las posibles víctimas a las que buscan engañar”.
En este escenario, los expertos en gestión del talento de la consultora identificaron 6 indicadores que deben llamar la atención y que determinan que una oferta de trabajo podría ser falsa.
Es muy importante saber que todos los gastos de un proceso de selección deben correr por cuenta de la empresa o consultora de Recursos Humanos que lo lleva adelante. Si te están solicitando dinero, muy probablemente estás ante una oferta de trabajo falsa.
Si una oferta de trabajo ofrece una remuneración demasiado alta o llamativamente mayor a lo que se paga habitualmente en el mercado, y sin requerir un conocimiento especializado o experiencia en el puesto, lo más probable es que se trate de una estafa.
Si la empresa en cuestión solicita datos personales sensibles al comienzo del proceso de selección o información bancaria o claves de cualquier tipo, seguramente se trate de una operación de recopilación de datos personales fraudulenta y no de un proceso de selección de personal.
En un proceso de búsqueda laboral, siempre se debe investigar a la empresa a la que se desea aplicar. Si la compañía no cuenta con página web, mail con dominio propio, perfil en redes sociales, no brinda información detallada sobre el puesto ofrecido y no cuenta con historial de actividad en las búsquedas de Google, es una señal de alarma que indicaría que se trata de una estafa.
Toda empresa seria cuida su imagen, por lo que la forma de contacto y comunicación será muy cuidada, con una gramática y ortografía impecables. Si en un aviso existen muchos errores, es muy probable que se trate de una oferta de trabajo falsa.
Si la compañía indica que se debe trabajar por un tiempo sin recibir una remuneración a cambio, sin dudas, se trata de una oferta de trabajo fraudulenta.
“Ante el avance de este tipo de estafas que se aprovechan de la necesidad de la gente, es importante estar atentos a estas señales para no caer en ofertas de trabajo fraudulentas”, aseguró Ávila.
Por último, remarcó, este tipo de fraudes no solo suponen “una gran desilusión para quien se encuentra en búsqueda de trabajo, sino que pueden generar un problema mayor, como el robo de datos personales que, a su vez, deriva en la suplantación de identidad, el fraude financiero o el acoso online”.
