Una enfermedad provocada por una bacteria puso en alerta a Japón. Ya se produjeron 378 casos, es decir, en poco más de dos meses, el 40% del total registrado el año pasado.
La enfermedad se está dando en Japón muy por encima de los casos esperados. En lo que va de 2024, ya se aproxima al 40% de todo el 2023. Además, hay un incremento en la forma más extrema que produce la muerte.
Una enfermedad provocada por una bacteria puso en alerta a Japón. Ya se produjeron 378 casos, es decir, en poco más de dos meses, el 40% del total registrado el año pasado.
Además, los responsables del área de salud en Japón determinaron otra situación aún más preocupante: la bacteria se ha vuelto más peligrosa por la aparición del síndrome de shock (o choque) tóxico estreptocócico.
Una de las explicaciones apunta a una relajación de las medidas de higiene y cuidado tras la salida de la pandemia de Covid y, tal vez, cambios en el sistema inmunológico que pueda haber dejado el prolongado tiempo que los japoneses permanecieron bajo condiciones de aislamiento obligatorio.
El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID) nipón alerta por las infecciones de estreptococo del grupo A. Se ha confirmado que están volviéndose más peligrosas con la aparición del denominado "síndrome de shock (o choque) tóxico estreptocócico (STSS)".
La consecuencia extrema de la evolución de la infección bacteriana es la muerte. El STSS es una afección que se debe a la presencia causada por toxinas bacterianas que puede desencadenar problemas de salud graves. La etapa necrosante de los tejidos provoca una mortalidad del 30%.
Los japoneses coinciden con diagnósticos de la Organización Mundial de la Salud sobre uno de los datos de atención que dejó la salidade la pandemia.
Durante el apogeo del Covid, las medidas de higienes y seguridad en materia de salud se extremaron cuando no había vacunas. Y luego, con la llegada de ese fármaco, la pandemia comenzó a ceder. Pero las autoridades dicen que tal vez, por la angustia de la incertidumbre y los encierros, la gente parece haberse relajado. Incluso Japón, país que nos sorprendía por el uso de barbijo ante simples resfríos para no contagiar.
El declive de las normas de higiene favorece que se expanda el estreptococo. Como se contagia de persona a persona, los estornudos - ya sin los barbijos - son una manera idónea para que proliferen los casos.
El estreptococo puede evolucionar rápidamente a una etapa necrosante de los tejido lo que provoca una incidencia de la mortalidad del 30%.
Por eso, el gobierno japonés hace hincapié en nuevas campañas de prevención: reforzar el lavado de manos y el cuidado de las heridas. Y por supuesto, retomar la costumbre que sorprendía a los turistas en Japón: usar el barbijo ante los casos de enfermedades para evitar contagiar a los ocasionales acompañantes como en la calle, los medios de transporte y en el trabajo.