"Observamos completamente conmocionados cómo los talibanes tomaron el control de Afganistán", dijo Malala.
Un vocero del nuevo poder talibán dijo, no obstante, que "las mujeres serán respetadas en sus derechos", pero siempre bajo "la preeminencia de la ley islámica".
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Preocupación porque las mujeres puedan regresar a la condición de postergación total como ocurrió entre 1996 y 2001 en Afganistán (Foto: Archivo)
Abusos en carne propia
Malala era una niña cuando sufrió las consecuencias del dominio de los talibanes. Controlaban una provincia del noroeste paquistaní en donde ella vivía. Una de las primeras resoluciones que tomaron fue prohibir a las niñas asistir a las escuelas.
Un día, mientras Malala viajaba en colectivo a la escuela, subió un talibán armado, le recriminó su presencia en el micro y sin más, le disparó a la cara. La bala hirió su rostro y se incrustó en un hombro. Pese a ser internada en grave estado, logró recuperarse. Sin proponérselo, Malala Yousafzai se transformó en un símbolo de la lucha de las mujeres por preservar sus derechos en el mundo musulmán.
Su caso despertó una conciencia internacional. Canadá le ofreció de inmediato la ciudadanía de ese país. A fines de 2014, ganó el premio Nobel de la Paz y desde entonces es una activista por los derechos de la mujer.
La situación en Afganistán
Zabihullah Mujahid, convertido en vocero de los talibanes triunfantes, dijo ante la prensa que las mujeres mantendrán sus derechos. pero la aclaración que sobrevino revivió los temores por el recuerdo de las épocas pasadas. "Será siempre de acuerdo a la ley islámica".
En el gobierno anterior las mujeres quedaron reducidas a una categoría inferior frente al hombre.
- Recibían una educación básica en sus primeros años
- No podían continuar la educación formal
- No podían vivir solas
- No podían dormir con hombres que no fueran sus maridos
- Los casos de infidelidad o adulterio se castigaban con lapidaciones
- Estaban obligadas a caminar en lugares públicos vestidas con la burka, la prenda que las cubre por completo.
El temor de que todas estas limitaciones graves regresen es lo que preocupa dentro y fuera de las fronteras afganas.
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Los talibanes, armados patrullan las calles de Kabul (Foto: AP)
El mensaje de Malala
La joven paquistaní, de 24 años, pidió que la comunidad internacional "abra sus fronteras a los refugiados afganos". También reclamó que se garantice la continuidad de la escolaridad plena para las niñas y la seguridad de las mujeres "para que su futuro no se pierda".
Los talibanes dicen que volvieron "distintos". Pero el recuerdo de lo que ocurrió hace más de 20 años aún causa temor. Por eso Malala insiste: "No podemos ver a un país retrocediendo décadas o siglos".