Ese comienzo de los disturbios se produjo cuando los futbolistas fueron a los pasillos del vestuario a reclamarle al árbitro uruguayo, Esteban Ostojich, quien a instancias del VAR anuló un gol legítimo de Marcelo Weingandt a los 17 minutos del segundo tiempo, y luego la policía empezó a lanzar gases hacia la zona del ingreso del vestuario visitante.
En las imágenes televisivas también se ve como el presidente de Atlético Mineiro, Sergio Coelho lanza una botella de agua a los jugadores de Boca que estaban del otro lado del vestuario en el medio de un caos general.
El máximo dirigente del club local hace cinco días se quejó del lugar adonde fue destinada la dirigencia brasileña en la Bombonera, en ocasión del partido anterior, también en la demora que tuvo el plantel en los testeos y anticipó que "ellos -por el plantel de Boca- serán recibidos de la misma forma" en que los recibieron.
En la misma filmación se ve como el integrante del Consejo de Fútbol, Raúl Cascini, estuvo a punto de pelearse con un agente del orden, mientras que detrás suyo trataban de contener la situación su compañero de directiva, Jorge Bermúdez, el técnico, Miguel Russo, y el ayudante de campo, Leandro Somoza.
Posteriormente la delegación boquense se subió al ómnibus que lo iba a transportar al aeropuerto Tancredo Neves para regresar a Buenos Aires, pero la salida se demoró porque las fuerzas del orden se dedicaron a observar las cámaras de seguridad con el aparente objetivo de realizar algunas detenciones, estando entre los principales apuntados el colombiano Sebastián Villa y el peruano Carlos Zambrano, además del expulsado entrenador de arqueros, Fernando Gayoso.
Finalmente ellos tres, junto a los futbolistas Javier García, Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo, el ayudante de campo Leandro Somoza y el mencionado Cascini quedaron imputados por los incidentes.
Acto seguido toda la delegación debió trasladarse a prestar declaración a una comisaría, según le indicaron a Télam fuentes vinculadas al plantel "xeneize", previa intervención del cónsul en Belo Horizonte, Santiago Muñoz, para que no se produjeran detenciones pagando las multas correspondientes, a instancias del embajador en Brasil, Daniel Scioli.
Mientras tanto el club Atlético Mineiro acusó directamente a la delegación boquense de provocar incidentes y agresiones contra representantes de su propia institución a través de sus redes sociales, pero aclarando que la intervención de su presidente, Sergio Coelho, según esos tuits, propiciaría que los futbolistas ni cuerpo técnico ni dirigentes queden detenidos.
Justamente Boca tenía previsto emprender el vuelo chárter de regreso a la Argentina a las 23.15 del martes para llegar a Ezeiza a las 2.40 del miércoles, algo que obviamente no se produjo, porque la delegación debió prestar declaración en la comisaría sin poder descender de los ómnibus para no romper la burbuja sanitaria.
Debido a la tardanza en las declaraciones y como el aeropuerto de Belo Horizonte cierra su actividad a las dos de la madrugada, la delegación debió pernoctar en la ciudad, para regresar a Buenos Aires en horas del mediodía de este miércoles.
Pero esta saga comenzó en realidad apenas la delegación boquense llegó el lunes al aeropuerto paulista y fue demorado de manera abusiva para revisar si estaban hechos todos los testeos y protocolos sanitarios por el Covid-19.
Fuente: Télam
Los videos del escándalo:
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https://twitter.com/ovacion24/status/1417661042734272519
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