Los fanáticos del Barcelona están en búsqueda de un nuevo ídolo y parece que Memphis Depay podría estar ganando ese lugar. El 9 del Barcelona sueña con ser 10 y hoy fue clave para la victoria del Barcelona, llevándose la ovación del Camp Nou.
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Los fanáticos del Barcelona están en búsqueda de un nuevo ídolo y parece que Memphis Depay podría estar ganando ese lugar. El 9 del Barcelona sueña con ser 10 y hoy fue clave para la victoria del Barcelona, llevándose la ovación del Camp Nou.
Ante la baja por lesiones de Piqué, la sanción de Eric García y las vacaciones de Pedri, Koeman tuvo que reformular el once que había presentado ante San Mamés.
Con apenas dos minutos, Sergi Roberto (sustituto de Pedri) había marcado la ventaja para el equipo azulgrana. Si bien la defensa del Barcelona se muestra en un momento muy endeble, el respiro que le dio Sergi al meter el primer gol, le dio la ventaja al equipo español para poner la cancha de su lado.
Pero, a este Barça ese talón de Aquiles le pasó factura y a los 20 minutos, con una jugada entre Aleñá y Sandro culminó con un gol que empató el partido y le dio un respiro a Míchel que no le duraría tanto.
A pesar del contratiempo, siendo locales, el Barcelona no mermó en el ataque. Bueno, mejor dicho, Memphis (el que quiere ser el nuevo Messi) se puso el partido a la espalda y volvió con toda. Soltó un zapatazo que marcó el dos a uno final, mientras Griezmann y Braithwaite miraban sin responder, su ausencia en la cancha fue notoria pero no fatal gracias al 9.
Un segundo tiempo sin pena ni gloria para ambos equipos, con ataques por parte del Getafe y una defensa que hizo poco, pero, digamos fue efectiva o mejor dicho, un Getafe que no fue preciso. El Barcelona no salió a atacar, con el 2 a 1 se conformó y enfrío el partido. Era importante ganar, más allá de las tablas, hoy debuta Messi y una derrota o un empate iba a sonar terrible entre los fanáticos del azulgrana.