Pocas veces una acción tan inocente como desafortunada termina en una lesión tan escalofriante. Eso pasó este sábado durante el partido entre Deportivo Maipú y Tigre, por la fecha 23 de la Zona A de la Primera Nacional, con la particularidad de que el afectado no fue ningún jugador sino el árbitro del encuentro, José Carreras, quien se sacó de lugar el codo, al tropezar de espaldas con un futbolista que se estaba atando los cordones.