"Estoy en el Psicólogo"
Para evitar el asedio de la prensa y el público en su primera etapa de la Selección, antes del Mundial de México '86, Bilardo se fue a vivir solo a una quinta Moreno, y durante la tarde, para palear el aburrimiento salía con un hacha a cortar leña. Un día, un vecino lo llamó para preguntarle qué hacía y él respondió: "Estoy en el psicólogo". En esa misma etapa colocaba un cartel de "se vende" en su casa para que la gente pensara que estaba desocupada y no se la apedrearan.
Los consejos de Bilardo para no cansarse en la altura
En la preparación para el México '86, al entrenador le preocupaba la aclimatación a la altura del DF. Por ese motivo, aprovechó algunos partidos preparatorios para ultimar detalles. ¿Qué hizo? En un duelo con Ecuador en Quito, había preparado pedazos de limón en los extremos de la cancha para que los jugadores consumieran cuando se les secara la garganta. Sin embargo, como el partido no se detenía, era complicado que pudieron consumir la fruta, entonces Bilardo le pidió a la marca que vestía al equipo que colocara un bolsillo en el interior de los pantalones para el Mundial. Además, les enseñó a los futbolistas a festejar los goles para no cansarse de más en la altura.
Bilardo se disfrazó de mujer para controlar a sus futbolistas
Durante unos días de entrenamiento en Tilcara, previo a la Copa del Mundo que se disputó en México, los jugadores fueron invitados a una fiesta de agasajo. El "Doctor" les dio permiso hasta la una de la madrugada, pero, para asegurarse de que todo estuviera bien, se disfrazó de mujer colla con una pollera negra, alpargatas y un sombrero típico. Apareció en el lugar y bailó en la pista con los futbolistas sin ser reconocido. Como el clima era bueno, les extendió el permiso dos horas más.
El día que el micro de la Selección se fue sin Maradona y sin Bilardo
En mayo de 1986, la Selección jugaba un amistoso con Israel en Tel Aviv y el doctor le ordenó al chofer del micro que debía salir para el estadio a las 15 "ni un minuto más ni un minuto menos". Faltando pocos minutos, Maradona no aparecía y Bilardo lo fue a buscar. Cuando regresaron el colectivo se había ido cumpliendo con el horario establecido. El DT y el futbolista tuvieron que ir en taxi al estadio.