El partido entre Boca y Defensa y Justicia, que terminó con un empate 0-0, tuvo una gran polémica: a los 9 minutos del segundo tiempo, Óscar Romero le pegó un codazo a Kevin Gutiérrez que dejó sangrando al jugador del Halcón. Sin embargo, el árbitro Fernando Espinoza no revisó la jugada en el VAR.