Un héroe silencioso

La historia de Gino Bartali: el campeón de ciclismo que salvó del nazismo a más de 800 judíos

Fue un ídolo del deporte italiano y un verdadero campeón. Pero también un simple hombre que no se cansó de desafiar los límites con el único objetivo de ayudar a los demás. Un símbolo nacional que detrás se escondía un héroe lleno de secretos.
Marcos Marini Rivera
por Marcos Marini Rivera |
El bien se hace

"El bien se hace, no se dice. Algunas medallas las llevamos colgadas en el alma y no en el saco", decía Gino Bartali. 

“En la vida, hay cosas que se hacen, y basta”. Esa frase sirve para entender al hombre que pedaleaba 400 kilómetros por día, aunque él lejos estaba de verlo como algo extraordinario: todo formaba parte de su paisaje y de su normalidad cotidiana. Así vivía y así pensaba. Bienvenidos a la historia de un héroe que siempre quiso pasar inadvertido, pero le fue imposible. Gino Bartali es su nombre.

Su pasión por la bicicleta lo llevó a estar comprometido a las búsquedas más auténticas. Y cuando alcanzó la gloria deportiva, aprovechó esa fama con un único objetivo: salvar vidas. Y pudo hacerlo porque transportó en los caños de su bicicleta fotos y papeles para falsificar documentación. Todo lo hizo sin levantar sospechas de los nazis.

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Gino Bartali fue dos veces campeón del Tour de Francia (1938 y 1948) y ganador de tres Giros de Italia (1936, 1937 y 1946).

Gino Bartali fue dos veces campeón del Tour de Francia (1938 y 1948) y ganador de tres Giros de Italia (1936, 1937 y 1946).

Su historial deportivo indica que ganó dos veces el Tour de Francia (1938 y 1948) y tres veces el Giro de Italia (1936,1937 y 1946). Su historial humano es todavía mucho más valioso. Registra que fue un luchador incansable de la Resistencia y que salvó, a través de una red secreta organizada por la Iglesia católica, a muchos judíos que estaban condenados a la cámara de gas.

Su nieta llegó a reconocer una frase que lo pinta en cuerpo y alma: “Mi abuelo me dijo un día: ‘De mí hablarán más cuando esté muerto que en vida’. Era la conciencia de estar escondiendo algo importante para la humanidad que sabía que un día terminaría trascendiendo”, llegó a reconocer su nieta.

La vida de Gino Bartali

Nació en Florencia, Italia, el 18 de julio de 1914. Su familia siempre se dedicó a trabajar en el campo. Gino Bartali se enamoró de las bicicletas de imprevisto, como muchas de las cosas que le sucedieron en la vida. Lo cierto es que un día su padre le encontró trabajo en un taller de reparación de bicicletas. Su dueño, feliz por el trabajo de Gino, le regaló una pero debía entrenar duro. Y Gino se incentivó y nada volvió a ser igual. Gino Bartali comenzaba a transitar un nuevo mundo.

Aunque la Segunda Guerra Mundial fue la culpable de posponer su carrera deportiva -entre los 26 y los 31 años-, Gino Bartali supo esperar su momento y perseveró. Jamás se mantuvo inactivo porque el ciclista tenía una misión y la quería cumplir. Bartali se desplazaba en su bicicleta por las rutas de las regiones de la Toscana y de Umbría. Lo hacía de día y de noche, sin importar las condiciones climáticas. Cuando los policías lo paraban, él decía que estaba entrenando.

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Gino Bartali, la vida de un campeón pero también un simple hombre que no se cansó de desafiar los límites por ayudar a los demás.

Gino Bartali, la vida de un campeón pero también un simple hombre que no se cansó de desafiar los límites por ayudar a los demás.

De inmediato, lo reconocían y lo dejaban seguir. Gino ya había ganado un Tour de Francia y por eso nadie sospechaba que en los tubulares de su bicicleta el hombre escondía cosas.

Gino formaba parte de una red que llevaba documentos que salvó a cientos de judíos perseguidos por el Reich. Él iba y venía de las iglesias donde entregaba los diferentes envíos. Era un católico devoto y después de la ocupación alemana en Italia en septiembre de 1943, Bartali –que era un mensajero de la resistencia- comenzó a cumplir un papel importante en el rescate de judíos en el marco de una red que iniciaron distintos arzobispos. Esa red llegó a fabricar pasaportes que pusieron a salvo hasta un total de 800 judíos italianos y de otras nacionalidades. Las pedaladas de Gino Bartali todo lo hicieron y todo lo pudieron, aunque todos los hechos se conocieron en 2003. Gino murió en silencio en el año 2000.

Gino nunca quiso alzar la voz y no dijo nada. No tenía esa ambición. "El bien se hace, no se dice. Algunas medallas las llevamos colgadas en el alma y no en el saco", decía.

Fue recién en 2003 cuando se conocieron los hechos. Los hijos de Giogio Nissim, uno de los organizadores de la red clandestina que se dedicada a salvar judíos en Italia, encontraron una vieja carpeta de su padre. Allí explicaba cómo funcionaba todo.

Con toda la información, Gino fue nombrado en 2013 a título póstumo "Justo entre las Naciones" por el estado de Israel. Además, fue declarado Ciudadano de Honor un día antes del inicio del Giro de Italia en 2018. Fue en Jerusalén, l primera vez que la competencia comenzó fuera de Europa. Gino Bartali era condecorado como indicaba su historia.

Los documentos falsos que trasladaba Gino Bartali

Bartali ya era conocido por todos por cubrir largas distancias para entrenarse. Y de esa manera aprovechaba para trasladar documentos falsos en el manubrio y también el asiento de su bicicleta. Sus entrenamientos cubrían una amplia zona. También distribuía papeles falsificados por la red de Asís, otra operación de rescate impulsada por gente de la Iglesia en esa ciudad. Cuando lo paraba la policía para inspeccionar, él pedía que su bicicleta no fuera tocada dado que sus diferentes componentes estaban cuidadosamente calibrados para adquirir una máxima velocidad. Y le creyeron. A Gino Bartali nunca, pero nunca, le tocaron la bicicleta.

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Gino Bartali ya era muy reconocido por haber ganado el Tour de Francia. De esa manera aprovechaba para trasladar documentos falsos en el manubrio y en el asiento de su bicicleta con un único objetivo: salvar la vida de los judíos.

Gino Bartali ya era muy reconocido por haber ganado el Tour de Francia. De esa manera aprovechaba para trasladar documentos falsos en el manubrio y en el asiento de su bicicleta con un único objetivo: salvar la vida de los judíos.

Bartali era la llave para que los documentos ayuden a los refugiados y él podía llegar a zonas que eran controladas por los aliados.

Un hombre de fuertes convicciones

Con una fuerte personalidad y obstinado en cada objetivo que se proponía, Gino Bartali tenía tenacidad y una capacidad física innata. Las crónicas de esa época lo retratan en el Giro de 1949 tomando vino tinto en las comidas y fumando cigarrillos entre etapa y etapa. Algo impensado en el mundo actual del ciclismo.

Con todas sus hazañas deportivas, en un contexto donde la posguerra en Italia hacía estragos, Gino Bartali contribuyó a la pacificación del país. Así, en 1948, cuando el líder del Partido Comunista Italiano, Palmiro Togliatti, recibió un disparo en el cuello mientras salía del parlamento, las victorias de Bartali en el Tour de Francia ayudaron a disminuir las enormes tensiones que tenían a Italia al borde de una revolución aquel mes de julio.

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Gino Bartali pedaleaba 400 kilómetros diarios.

Gino Bartali pedaleaba 400 kilómetros diarios.

Tal fue la dimensión de sus logros que el ex primer ministro, Giulio Andreotti llegó a decir años después: "Decir que la guerra civil se evitó por una victoria en el Tour de Francia es sin duda excesivo, pero es innegable que en ese 14 de julio de 1948, día del ataque a Togliatti, Bartali contribuyó a aliviar las tensiones”.

De pocas palabras pero un hombre de acción

Gino Bartali era de pocas palabras. Se sentía más cómodo en las acciones. Pedaleaba 400 kilómetros diarios. Salía de Asís, llegaba a Florencia y regresaba a su casa antes de que llegara la noche. No dejó un día sin entrenar con una constancia digna de admirar. Sin embargo, detrás hay una historia que conmueve, educa y motiva. Nadie imagina que en cada viaje, escondidos en el manubrio y en el asiento de su bicicleta Legnano, el hombre llevaba fotos y documentos que salvarán la vida de unos 800 judíos en riesgo a partir de la ocupación alemana en Italia.

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La historia de Gino Bartali se enseña en las escuelas de Italia para que los chicos comprendan el nazismo y la humanidad.

La historia de Gino Bartali se enseña en las escuelas de Italia para que los chicos comprendan el nazismo y la humanidad.

Gino Bartali fue campeón, fue ídolo del deporte italiano, fue un cristiano fervoroso y fue alguien que prefirió pasar inadvertido cuando tenía todo el heroísmo por delante. Sentía lo que hacía y prefirió llevarse con él todos los secretos. Un simple hombre que no se cansó de desafiar los límites por ayudar a los demás.

Pasan los años y la pregunta seguirá latente: ¿Por qué Gino Bartali no habló jamás de todo lo que realizó?