Historias de vida

Mark Philippoussis: fue un tenista top y ganó millones, pero perdió todo y tuvo que pedir dinero para comer

El australiano ganó dos veces la Copa Davis y otros 11 títulos del circuito, pero la mala administración de sus ganancias lo tuvieron en la ruina. Hoy, ya recuperado del peor momento, confesó su drama en un reality.
Mark Philippoussis reveló que pasó de ser millonario a tener que pedir dinero para comer.

Mark Philippoussis reveló que pasó de ser millonario a tener que pedir dinero para comer.

Mark Philippoussis es un nombre ineludible en el circuito ATP de fines de la década del 90' y principios del 2000. Animador permanente de los torneos y 8º en el ranking mundial en 1999, ganó 11 títulos, fue dos veces campeón de la Copa Davis con su país e incluso disputó las finales del US Open (1998) y Wimbledon (2003), pero pasó de ser millonario a perderlo todo y tener que pedir para comer.

Parte de la debacle del extenista que embolsó 7 millones de dólares durante su carrera tuvieron que ver con las lesiones que lo aquejaron durante sus últimos años como profesional. Ese pasaje de su vida sumado a la pésima administración de sus ganancias lo llevaron a la ruina.

Philippousis, quien hoy dejó atrás el momento más duro de su vida y disfruta junto a su esposa y dos hijos de un mejor pasar, reveló su calvario en un capítulo del reality show en el que participa, un programa que consiste en un entrenamiento casi militar llamado "SAS Australia" en la televisión de su país.

La consigna era contar el momento del que más se avergonzaban en su vida y el nacido en Melbourne hace 44 años dio detalles sobre su pesadilla, que tuvo su peor momento en 2009, año en que llevaba tres años inactivo y en el que se operó por sexta vez su rodilla derecha.

"Estuve afuera durante varios meses. No podía permitirme mucho, la verdad. Tuve que pedirle a mis amigos que me compraran comida. Durante varios días seguidos, con mi familia comíamos una pasta con repollo, que terminó siendo una de mis comidas favoritas. Pero mi mamá le decía 'comida de pobres' porque es muy sencilla, es solo repollo con algunas especias y pasta. Me sentí muy avergonzado.Estaba en un lugar oscuro y tenía depresión.No hay mayor dolor que ver a mis seres queridos sufrir por mis acciones", reveló con crudeza.

Mark Philippoussis v Andre Agassi W 2003

Mark aprovechó también para repasar sus inicios en el deporte y ponerle palabras al valor que le da a sus afectos más grandes. "Mi familia es mi mundo, mi prioridad. Lo más importante para mí. Mis padres renunciaron a sus sueños por mí y mi responsabilidad era cuidarlos. Y lo bueno fue que durante mucho tiempo pude hacerlo y ellos no tuvieron que volver a trabajar. Pero después llegaron las lesiones y todo se detuvo", contó.

Con la experiencia a cuestas, el exatleta dio cuenta de los momentos en los que optó mal: "Cuando sos atleta siempre te dicen 'Ahorrá para un día lluvioso'; pero vos no querés pensar en eso. Creés que sos débil si sentís que podrías lesionarte y tendrías que tener algo para respaldarte. Es un signo de debilidad. No podés pensar así porque tenés que seguir mirando para adelante".

En ese sentido, Philippoussis confesó haber malgastado el dinero de manera insólita. Por ejemplo, en 2003, se compró un Dodge Viper por 100 mil dólares sólo porque no quería volver a su casa en taxi. El auto lo vendió al día siguiente. Definió a su estilo de vida como ·"ridículo", en el que tuvo autos deportivos de lujo y hasta 15 motos.

Para 2009 todo se había derrumbado. Ese año tuvo que ir a juicio para no perder la casa familiar, valuada en 1.300.000 dólares luego de no poder pagar la hipoteca. "No juego desde 2006 y el tenis es uno de esos deportes en los que si no juegas, no te pagan", intentó explicar por entonces.

Efectivamente, durante muchos años 2006 pintaba ser el año de su retiro. Pero con el tiempo, a medida que se pudo recuperar, comenzó a participar de exhibiciones y torneos menores. El año en que colgó la raqueta definitivamente fue 2015, cuando disputó la qualy en singles y el cuadro principal de dobles del ATP 250 de Newport. Entonces sí se pudo sacar las ganas y retirarse tranquilo. Los fantasmas más difíciles habían quedado atrás.

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