Carta de Lilita Carrió al presidente Javier Milei
"Me dirijo a Ud. en mi carácter de ex Convencional Constituyente, autora del texto del artículo 75, incisos 22 y 23 de nuestra Constitución, que otorga jerarquía constitucional a los tratados internacionales de derechos humanos de los cuales nuestro país es parte, desde el regreso de la democracia y que resultan la base fundamental del Estado de Derecho y la República, como ciudadana de esta Nación y como defensora, desde hace muchos años, de los derechos humanos", comienza el documento.
Carrió señaló además que el discurso formulado por Milei ante el Foro Económico de Davos "me exige manifestar el más absoluto rechazo y una honda preocupación porque su contenido discriminatorio y violento lo hace impropio del Presidente de la Nación, titular del Poder Ejecutivo, elegido democráticamente, de conformidad con lo establecido por la Constitución Nacional y las leyes".
"Lo inapropiado consiste, lisa y llanamente, en que dicho contenido es una enunciación sistemática de expresiones contrarias a los derechos humanos", indicó.
Sobre los discursos presidenciales y la Constitución Nacional
Y marcó: "Sr. Presidente, sus discursos, sus publicaciones en las redes y cualquier comentario en algún medio de comunicación, no los hace a título personal sino en su carácter de jefe de Estado Argentino y, en consecuencia, sus expresiones deben ser respetuosas de la Constitución Nacional, de los tratados de derechos humanos y de las leyes, en definitiva, del Estado de derecho".
"Cuando esto NO sucede ese acto o expresión presidencial que contraviene la Constitución Nacional y las leyes carece de legalidad y entonces deviene en un acto de hecho (de facto) contrario a lo dispuesto en el artículo 36 de la Constitución Nacional", señaló.
En ese sentido, Carrió no descartó la posibilidad de "iniciar acciones judiciales ante la posible comisión del delito de traición a la Patria, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público".
"Le reitero nuevamente, Sr. Presidente, Ud. no puede y no debe apartarse de la CN, aunque no le guste, porque así lo exige el Estado de derecho. Sus reiterados incumplimientos y avasallamientos al espíritu de la letra de la Constitución y los tratados de derechos humanos mediante sus expresiones, así lo demuestran", apuntó.