Panorama

El Congreso desafía a Milei con leyes clave que podrían afectar la gobernabilidad

Los gobernadores le sueltan la mano al Gobierno y buscan marcar la cancha con agenda social propia. Se da en medio de tironeos por las negociaciones electorales.

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
El Congreso desafía a Milei con leyes clave que podrían afectar la gobernabilidad

En una semana marcada por el cierre de alianzas (y listas) en la Provincia de Buenos Aires, el Congreso se planta como el verdadero tablero donde se juegan las condiciones del poder. Mientras el Presidente insiste con su narrativa de confrontación total, en Diputados y en el Senado avanza una agenda que no solo lo incomoda, sino que podría erosionar el ya frágil equilibrio institucional de su gobierno.

Las condiciones son de particular turbulencia. Esta semana cierra el plazo para inscribir alianzas en la provincia de Buenos Aires; se juega si los aliados van a ir juntos con la Libertad Avanza en esa elección. Y la semana que viene cierran las listas.

Pero además empieza la cuenta regresiva para los cierres nacionales que son el 7 y 17 de agosto. En muchos casos, las dos cosas se negocian en conjunto.

En ese escenario, los tradicionales aliados del oficialismo en el Congreso tienen que levantar la cabeza y mostrar su poder de fuego. Por eso se ven tantos movimientos: "Esto te va a pasar si no negocias bien con nosotros", parecen decir los que ahora están votando en contra de Milei.

El Gobierno sabe que las leyes difíciles se van a aprobar y no le incomoda. Tiene el poder de veto para bloquear estas iniciativas por un tiempo. El problema se podría dar si los aliados llegan a acompañar "una insistencia"; el año pasado salvaron las papas los 87 héroes. ¿Esta vez van a estar los héroes o van a abandonar el barco desencantados por el destrato de Milei? Todavía es muy temprano para análisis.

Los debates de Diputados

Después de meses de inactividad, la Cámara baja aprobó la semana pasada "emplazamientos". Es un mecanismo para obligar a las comisiones a convocarse y debatir determinados temas.

En la Cámara baja, las comisiones empiezan a mover proyectos que el Ejecutivo desestima pero que conectan con demandas urgentes: ley de emergencia pediátrica y ley de residencias médicas, por un lado. Son las leyes que buscan garantizar el funcionamiento del Hospital Garrahan. Es un debate que se da este martes.

Por el otro, el jueves van a discutir también en comisiones la ley de financiamiento universitario, que obliga al Gobierno a usar partidas presupuestarias asignadas para financiar las universidades públicas.

Nada muy revolucionario, pero todo políticamente disruptivo. Porque cada uno de esos temas expone el desdén del gobierno por lo público y empuja a sus aliados a tomar distancia, al menos por un rato.

La oposición, si se pone de acuerdo, tiene los números suficientes para imponer ambos temas. Tendrían dictamen de comisión esta semana y se debatirían la semana que viene.

Lo que viene en el Senado

En el Senado, los gobernadores encontraron su ventana para acorralar al Gobierno: coparticipación del impuesto a los combustibles y de los Aportes del Tesoro Nacional. Son dos reclamos que combinan necesidad fiscal con sentido federal, y que obligan a La Libertad Avanza a enfrentar lo que más incomoda a Milei: la política entendida como negociación.

Se trata de fondos que maneja el Gobierno nacional casi a discreción, pero que históricamente servían para solucionar temas de las provincias (emergencias, obras públicas, etc). Hoy el Ejecutivo no gira fondos y por eso, las provincias se pusieron de acuerdo para redistribuirlas de acuerdo a lo que marca la actual ley de coparticipación. Eso se discutirá esta semana y podría ser aprobado sobre tablas (hace falta 2/3 del Senado para eso, y los gobernadores lo tienen).

Y hay más. También se discute una media sanción de un proyecto de Diputados que actualiza haberes jubilatorios y la prórroga de la moratoria previsional. Medidas con fuerte impacto social y presupuestario, que ponen a prueba la coherencia del oficialismo y exponen sus contradicciones. No se trata solo de votos: se trata de gobernabilidad. La oposición tendría los números también.

La que podría salvar las papas en el Senado es la vicepresidenta Victoria Villarruel, que le tiene que poner fecha y hora al pedido de los senadores para sesionar este jueves; incluso podría patearlo para la semana que viene. ¿Se animará?

"El pedido de sesión se va a formalizar este lunes a la tarde. Y si Villarruel no convoca, se sentarán los 37 y empezarán a sesionar", dijeron fuentes del bloque de UP a A24.com. Dicen que pueden hacerlo porque en las preparatorias de febrero se votaron días y horarios de sesión. Pero la que tiene la llave del recinto es Villarruel.

Lo que está en juego no es una ley, ni dos. Es la capacidad del Congreso para marcarle límites a un Ejecutivo que busca mantener cerrado al parlamento. Y es, también, la forma en que los actores del sistema preparan sus fichas para la próxima ronda electoral.

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