El impuesto rosa o pink taxno es en realidad un impuesto, sino un sistema de fijación de precios discriminatorio sobre productos y servicios que se basan en el género.
El impuesto rosa o pink taxno es en realidad un impuesto, sino un sistema de fijación de precios discriminatorio sobre productos y servicios que se basan en el género.
Este concepto nace en 1992 en EEUU por la Dirección de Asuntos del Consumidor, con el propósito de crear conciencia de la diferencia injustificada que pagan las mujeres en algunos productos.
Desde Focus Market realizamos desde hace 6 años consecutivos el Informe de Impuesto Rosa en Argentina, donde relevamos 515 puntos de venta, basándose en 14 productos (los mismos desde el 2018), 7 categorías, y donde 5 son de diferente tipología.
Este año 2023 la diferencia que pagan las mujeres con respecto a los hombres es del 12,3%, en 2022 la diferencia fue la misma 12,3%. Sin embargo, este año encontramos 6 productos con "Impuesto Rosa", a diferencia del año anterior que encontramos 8 productos.
En Argentina, sin necesidad de intervención en el mercado por parte del Estado ni proyecto de Ley alguno para regular la oferta a través de estos informes, se ha logrado poner en relevancia la diferencia de precios que pagan las mujeres respecto de los hombres por los mismos productos.
A su vez, en cada medición hemos detectado disminución de la brecha de precios respecto de los años previos.
Sin embargo, las categorías que aún falta mejorar son las de perfumes y maquinitas de afeitar. Los de productos nacionales tienen mucha menor brecha que los importados en las categorías relevadas.
En la siguiente imagen podemos ver los productos en los que encontramos diferencia de precio en las versiones femeninas con respecto a las masculinas, teniendo en todos los casos idénticas funcionalidades, calidad, o cantidad, y solo diferenciándose a quien va destinado.
En el caso de la colonia para niña/niño ($1.440/$1.355) de 80 ml la diferencia es del 6%, siendo la de niña más cara. Así también ocurre con las maquinitas de afeitar, donde el pack rosa trae 3 unidades ($338) y el pack azul 5 unidades ($509), debiendo pagar por cada maquinita rosa una diferencia del 11%.
Y por último, encontramos, desde el 2018, un "Impuesto Rosa oculto", ya que si bien este perfume importado en la versión woman/men cuestan lo mismo ($6.872), el frasco de mujer contiene 50 ml y el de hombre 60 ml, una diferencia por mililitro del 20%.
El porcentaje de diferencia que pagan las argentinas con respecto a los hombres por algunos productos con similares características y misma funcionalidad en 2023 es del 12,3%, mismo porcentaje que en 2022.
Sin embargo, como dato positivo, este año encontramos 6 productos con "Impuesto Rosa" a diferencia del año anterior que encontramos 8 productos.
Desde 2018 relevamos los mismos 14 productos (7 categorías) para medir el porcentaje de Impuesto Rosa en Argentina.
Se tomaron 6 productos para sacar el porcentaje de diferencia de precio promedio.
Ya que este año 4 productos tienen el mismo valor en sus versiones femeninas y masculinas, y en los restantes 4 productos se encontró que se invierten la diferencia cuando son las versiones masculinas las que cuestan más que las femeninas.
La Economía de Género y su brecha con respecto a los hombres en Argentina tiene una muy buena posición a nivel mundial, con la posición 33 dentro de los 146 países relevados por el Foro Económico Mundial.
Las mujeres en nuestro país resaltan por su acceso a la salud, formación educativa y liderazgo e intervención en el campo de la política y empresario.
Por su parte, de acuerdo a la FECOBA aún requieren mejor acceso al financiamiento para llevar a cabo sus emprendimientos. Dos de cada 10 mujeres requieren acceso a tasas de interés más laxas para iniciar sus actividades.
A través de FECOBA (Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Bs. As.) podemos saber cómo piensan las emprendedoras argentinas; si creen que el ser mujer tiene alguna influencia en su empresa, si se encuentran con problemas de financiación, o como vemos en la siguiente imagen, las dificultades más difíciles de resolver en su emprendimiento en el contexto actual.
El 28% cree que lo más difícil es mantener el presupuesto, le sigue el 23% con la dificultad de financiación a tasas razonables, el 13% con vender lo presupuestado y el 9% con pagar los sueldos a su personal (el 27% ninguna de las anteriores).
En los últimos años, se ha visto un crecimiento de la participación de la mujer en el sector del emprendedorismo.
De acuerdo al Indicador de Participación de la Mujer en las Pymes (IPAMUP), elaborado por el sector de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, el año pasado ha crecido un punto, representando 42,9% del total.
A su vez, el 11% de las empresas industriales del país son dirigidas únicamente por mujeres, frente al 59,3% que son conducidas por hombres, y el 27,1% por miembros de ambos géneros. Mientras que en Comercio el 25,7% son propiedad de mujeres.
Para el emprendedurismo femenino aún quedan varias barreras por saltar.
De acuerdo a un Informe del CESBA (Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires) 1 de cada 3 mujeres excluida del mercado financiero formal.
Los bajos niveles de inclusión financiera en la Argentina, respetando la tendencia mundial, afectan en mayor medida a las personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
La inclusión financiera de las mujeres es un desafío, toda vez que, a nivel mundial, sólo el 47% de ellas tiene una cuenta bancaria.
Por su parte, en Argentina, el 53,4% de las mujeres en edad próxima a la jubilación, realizó aportes. Además de tener peores salarios en general, las mujeres enfrentan mayores niveles de informalidad (36% versus 34,2%) y mayores niveles de desocupación (10,8% versus 8,9%) que los varones
Si bien el porcentaje total de mujeres con cuenta bancaria es levemente superior al de los hombres, al desagregar el tipo de cuenta vemos que son menos, en proporción, las mujeres con cuenta sueldo (19,8% contra 28,7% de los hombres). Mientras que la relación inversa se da en las cuentas destinadas al pago de programas sociales (12,4% de las mujeres contra 0,4% de los hombres).
De acuerdo al Informe elaborado para el Banco Mundial, más del 70 % de las mujeres declaran que la mayoría de las Empresas de su sector son de propiedad de hombres.
De los 42 sectores relevados, 18 se clasifican como dominados por los hombres conforme a esta definición, el resto de los sectores se clasifica como de mayor concentración de mujeres.
En muchos países, las Empresas de propiedad de mujeres se concentran en el comercio minorista y los sectores de servicios (principalmente, salud, educación y servicios sociales), que se caracterizan por un bajo nivel de inversión y de crecimiento, en comparación con los sectores de manufacturas, construcción y minería.
La revolución digital puede agrandar esta distancia y, en lo que respecta a la participación, la brecha de género es más pronunciada en el sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Las propietarias de empresas en sectores dominados por los hombres son mujeres más jóvenes, casadas y con mayores probabilidades de haber heredado el negocio que las mujeres que emprenden en sectores con mayor concentración de mujeres.
La diversidad de género con libre competencia de las capacidades de género en el mercado ha demostrado que hacen crecer la producción, el empleo y la productividad de los negocios. El resto es solo un retraso cultural que posterga el crecimiento económico.