"Se trata de un aporte clave para medir el impacto real que tiene la industria del vino sobre las economías regionales del país", destacan desde el Observatorio Vitivinícola Argentino -unidad ejecutora de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), gestionada por la Bolsa de Comercio de Mendoza-.
Además, el complejo exportador de la uva (incluidas las ventas de uvas en fresco y pasas, vino fraccionado y a granel, y jugo concentrado o mosto) es un sector clave en la generación de empleos.
Por cada 100 hectáreas cultivadas y en producción, la vitivinicultura genera alrededor de 72 puestos de trabajo, diez veces más que los empleos que genera el maní (siete por cada 100 hectáreas en producción) y ampliamente superador de la cantidad de mano de obra que demandan los complejos exportadores de cebada, girasol, trigo, maíz y soja (entre una y tres personas por cada 100 hectáreas cultivadas).
Por otra parte, el complejo uva con sus productos exportables llega a 108 países del mundo, mientras que el complejo maicero llega a sólo 66 países, el maní accede a 63 y la soja a 44 mercados.
"Estos datos reflejan el efecto dinamizador que tiene la vitivinicultura para las economías regionales y la potencialidad para generar divisas genuinas y crear empleos en zonas rurales", indica Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola Argentino. En tanto que para José Alberto Zuccardi, presidente de Coviar, "en este contexto es pertinente discutir el rol e impacto que tienen los derechos de exportación que paga el sector; un menor costo por la eliminación de las retenciones nos ayudaría a ser mucho más fuertes en los mercados y crecer más en las exportaciones".
El estudio fue presentado al equipo técnico del Ministerio de Desarrollo Productivo, junto con el pedido de eliminar los derechos de exportación (retenciones) que actualmente pagan los principales productos de la vitivinicultura, sector clave de las economías regionales presente en 18 provincias argentinas.