Los tortolitos se habrían escondido y, una vez terminaron, se retiraron como si nada hubiera pasado, excepto por un mínimo detalle: la mujer se olvidó su ropa interior colgando de una rama, y un vecino se la encontró la mañana siguiente. Divertido con el bizarro descubrimiento, Nuñez no pudo evitar sacar una foto y compartirla en su muro de Facebook, donde rápidamente se hizo viral.
«Se busca a la dueña, alguien la conoce?», escribió el usuario junto a la foto de la prenda íntima roja que colgaba de una rama en medio de la plaza. Fueron justamente los amigos del internauta quienes decidieron llamar a la chica como «tangacienta». La publicación comenzó a recibir atención de los internautas, salió publicada en algunos medios provinciales y, pocas horas después, ya estaba haciendo reír a usuarios de Facebook de todo el país.
Automáticamente, los likes comenzaron a llegar y ni hablar de los desopilantes comentarios que no pasaron desapercibidos: «No la toquen, es un anzuelo», «La Tangacienta», «Tratando de hacer un esfuerzo para no contestar», «Buenísimo la tangacienta», fueron algunos de los mensajes que fueron llegando. A su vez, luego las fotos fueron compartidos por varios usuarios que buscaban a la dueña de la pertenencia perdida.