Selva se fue de la casa de Gran Hermano a solo días de la gran final. Su eliminación no solo sorprendió a algunos, sino que también liberó ciertas tensiones que venían acumulándose dentro del juego. Entre ellas, una en particular que Eugenia, la tucumana del grupo, no dudó en contar: los molestos y “asquerosos” ruidos que hacía Selva al comer y al dormir.